¿Disfrutas más del sueño que tu compañero de cama? ¡Evita roncar!
Puede bastar con cambiar de posición al dormir, pero para muchos es indispensable una operación mayor —como bajar de peso— para lograr noches tranquilas.
Compra almohadas extra y recuéstate sobre ellas en vez de yacer sobre la espalda. Evitarás la caída de los tejidos de la garganta sobre tus conductos de aire.
Eleva la cabecera. Lo puedes hacer fácilmente colocando tablas planas bajo las patas superiores de la cama. También un par de directorios viejos bajo cada pata pueden elevar la cama lo suficiente.
Duerme de lado. Naturalmente no podrás quedarte así toda la noche, pero al menos comienza abrazando una almohada de lado. Hay una buena razón para no dormir boca arriba: en esa posición la lengua y el paladar caen detrás de la garganta, lo que bloquea el conducto de aire.
Si abrazar una almohada no funciona, puedes atacar el problema con una pelota de tenis. Cose una bolsita detrás de tu pijama y métele una pelota. Si en la noche intentas colocarte boca arriba, la pelota te hará regresar a tu posición de lado.
Si la congestión nasal te hace roncar, antes de dormir toma un descongestionante o un antihistamínico, pero solo úsalo como remedio temporal si sospechas que la culpa la tiene una alergia o un resfriado. El uso prolongado es dañino.
Coloca en tu nariz una tira nasal, disponible en farmacias. Puede lucir rara, pero ¿quién la ve? Siguiendo las instrucciones del paquete, coloca una tira en la nariz antes de dormir. Funcionan alzando y abriendo las fosas nasales para aumentar el flujo de aire.
Haz gárgaras de menta para hundir el recubrimiento de nariz y garganta. Esto es muy efectivo si tu ronquido es temporal y causado por un resfriado o una alergia. Para preparar la infusión para las gárgaras, añade una gota de aceite de menta o hierbabuena a un vaso de agua fría.
Puede parecer extremo, pero algunos han empleado un collarín —del tipo usado por gente lesionada— para detener los ronquidos. Funciona manteniendo tu barbilla extendida para que tu garganta no se pliegue y el canal de aire se mantenga abierto.
No necesitas usar un duro collarín de plástico. Uno suave de esponja, disponible en farmacias y tiendas de suplementos médicos, es más cómodo y funciona igual (puede encargarse uno a la medida).
Si deseas desbloquear la nariz, elimina los alergénicos de la recámara (polvo, caspa de animales, moho) aspirando pisos y cortinas. Cambia con frecuencia sábanas y cubrealmohadas.
Si roncas por temporadas —y eres alérgico al pólen— prueba el té de ortiga. Los naturistas lo recomiendan para reducir la inflamación vinculada con alergias al pólen.
Para hacer el té, vierte una taza de agua hirviendo sobre una cucharadita de hoja seca (disponible en tiendas naturistas). Cubre el té y déjalo reposar cinco minutos. Cuela y bebe hasta tres tazas al día, una justo antes de dormir.
No cenes pesado ni bebas alcohol tres horas antes de dormir. Ambos pueden relajar los músculos de la garganta más de lo normal.
Perder peso puede reducir los ronquidos al disminuir la contracción del conducto superior del aire.
Deja de fumar. El humo del tabaco irrita las membranas mucosas, lo cual inflama la garganta y se estrecha el paso de aire. Los fumadores también tienen problemas con la congestión nasal.
Si regularmente tomas medicinas, habla con el doctor sobre alternativas. Ciertos medicamentos empeoran los ronquidos, como las pastillas para dormir y los sedantes.
El aire seco propicia los ronquidos. Existen infinidad de modos de lidiar con el aire seco. Un humidificador o vaporizador en la recámara puede mantener húmedos tus conductos de aire, solo límpialo constantemente, según las instrucciones del fabricante.
Otro modo es respirar vapor. Antes de dormir, llena una olla con agua caliente. Cubre tu cabeza con una toalla, inclina la nariz unos 30 centímetros sobre el agua y respira hondamente durante unos minutos.
Si duermes con alguien que ronca, el ruido nocturno quizá provoque tensiones en la relación. Pero recuerda: otras parejas han lidiado con ello y han logrado sobrevivir. Así que antes de rendirse y escapar a la sala, considera estos consejos:
Compra un par de tapones para oídos. Son baratos y cómodos cuando te acostumbras a ellos.
Una máquina de ruido blanco puede volver soportables las noches de ronquidos. Este aparato electrónico genera un sonido constante que apaga los demás.
Duerme antes que tu pareja roncadora. Al menos le llevarás ventaja y dormirás un pcoo antes de ser molestado. Algunas parejas experimentadas se las arreglan para dormir en medio de una monstruosa sinfonía de ronquidos.
Extraído del libro ‘1001 remedios caseros. Tratamientos confiables para problemas de salud cotidianos’ editado por Selecciones Reader’s Digest.