Educar a través del juego, cómo aprender en familia
¿Cómo puedes saber si estás educando a tu hijo de forma correcta, o si le das todo lo que necesita? Conoce cómo educar a través del juego.
El juego es clave a la hora de consolidar procesos cognitivos, como la memoria, y de reforzar la autonomía, la seguridad, la autoestima y las habilidades sociales de los más pequeños.
Por ello, un grupo de 15 psicólogos, coordinados por la psicóloga infantil Silvia Álava, han escrito ‘El arte de educar jugando’.
En él, los expertos explican cómo educar y favorecer el correcto desarrollo de los niños y niñas a través del juego y nos dan las claves para hacerlo en familia.
De acuerdo con Silvia Álava, coordinadora del proyecto, “el juego tiene beneficios cuando los niños juegan solos, cuando juegan con otros niños y cuando se juega en familia, porque además de pasar ratos divertidos en familia, se trabaja el vínculo, el apego y toda una serie de valores”.
El juego es una tarea del desarrollo, un proceso de exploración y experimentación del mundo.
Estimular su cerebro, conseguir atención, desarrollar la inteligencia emocional y el autocontrol o fomentar su autonomía son algunas de las cuestiones que, desde un enfoque práctico, aborda este trabajo.
Además del juego, también se incide en el papel del deporte en la educación y el desarrollo de los menores: “El deporte es fundamental. Sabemos que ayuda a fomentar muchos aprendizajes y favorece el desarrollo de la memoria, de la atención, la toma de decisiones… Pero también a nivel emocional y de habilidades sociales tiene un papel importante”, apunta Silvia Álava.
Los expertos advierten que un mal uso de internet y las tecnologías tiene una serie de riesgos asociados, como la obesidad, problemas de sueño, pérdida de control sobre el comportamiento de uso del teléfono móvil o internet, consecuencias negativas sobre el rendimiento escolar, ciberacoso… El acoso cibernético se ha vuelto un tema del día a día en noticieros, y una amenaza para nuestros hijos. ¿Cómo podemos identificarlo?
Por ello, Álava insiste en que, aunque pueda parecer innecesario, hay que enseñar a los niños a utilizar correctamente las tecnologías:
“Los niños de hoy en día son nativos digitales, porque desde que nacen tienen acceso a las tecnologías, pero eso no significa que sepan utilizarlas. Igual que enseñamos a los niños a cruzar correctamente la calle, también debemos enseñarles a usar las tecnologías”, remarca.
Para ello, es importante enseñar a los niños a distinguir lo que debe y lo que no debe ser público en internet y advertirles y, sobre todo, protegerles de los peligros que pueden encontrar.
“A nadie se le ocurre dejar que los niños pequeños vayan solos por la calle a ver qué se encuentran, y sin embargo les dejamos un teléfono con acceso a internet donde pueden encontrar bastantes peligros”, alerta la psicóloga.
“Educar en positivo consiste en poner el foco y prestar más atención cuando el niño o la niña hace las cosas bien que cuando las hace mal”, sostiene Silvia Álava.
Sin embargo, la psicóloga advierte que no se debe confundir la educación en positivo con la ausencia de normas o límites:
“Las normas y los límites son absolutamente necesarios, dan a los niños seguridad, confianza y autocontrol. Educar en positivo no debe estar reñido con tener normas, límites o consecuencias”, recuerda.
A raíz de la pandemia, el tiempo que los niños pasan en casa con sus familias ha aumentado considerablemente.
Sobre el impacto que esta situación ha tenido en los más pequeños, Álava señala: “En el caso de los niños, hemos visto que están aumentando mucho los trastornos de estrés postraumático, las crisis de ansiedad, depresión, las dificultades para concentrarse y atender…”.
Por ello, la psicóloga anima a las familias a hablar con los niños y conocer cómo lo están pasando. Los niños se enfrentan a retos emocionales por la educación en casa.
“Los niños cuando son pequeños necesitan que los adultos nos ocupemos de cubrir todas sus necesidades, no solo las fisiológicas, también las emocionales”.
En este sentido, el juego es también una herramienta excelente. “A través del juego, sobre todo del juego libre, podemos ver el diálogo que tienen, y eso nos puede dar mucha información y muchas pistas de lo que pueden estar sintiendo los niños”, concluye Silvia Álava.
Fuente: EFE