El hígado sí puede sanar: estos alimentos lo fortalecen

Cuando pensamos en cuidar el hígado, lo primero que viene a la mente suele ser evitar el alcohol. Sin embargo, lo que comes cada día también puede tener un impacto decisivo en la salud de este órgano vital.

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. Y es que el hígado no solo se encarga de filtrar toxinas: también participa en la digestión, el metabolismo y el almacenamiento de nutrientes esenciales.

Según la dietista Megan Flores, especialista en nutrición de Banner Health en Phoenix, Arizona, el hígado funciona como el motor del cuerpo. “Tú eres el conductor. Si eliges bien el combustible —es decir, los alimentos que consumes—, tu hígado funcionará de manera eficiente. Si no lo haces, este órgano puede deteriorarse con el tiempo”, explicó.

¿Por qué es tan importante cuidar el hígado?

El hígado filtra todo lo que ingerimos: alimentos, bebidas, medicamentos y suplementos. Procesa los nutrientes y elimina residuos y toxinas que podrían ser peligrosos si permanecen en el organismo. Sin embargo, muchas veces no presenta síntomas cuando algo anda mal. De hecho, incluso personas jóvenes y activas pueden tener una enfermedad hepática sin saberlo.

“Los análisis de sangre rutinarios a veces no muestran señales tempranas de daño hepático”, advierte Flores. Por eso, adoptar un estilo de vida saludable y una alimentación balanceada es una de las mejores formas de prevenir complicaciones.

Alimentos que ayudan a mantener tu hígado sano

La experta recomienda optar por una dieta basada en alimentos integrales, ricos en micronutrientes, fibra, antioxidantes y grasas saludables. Aquí algunas de las mejores opciones:

1. Proteínas magras

Carnes como pollo, pavo, pescado y cortes magros de res son excelentes fuentes de proteína. También lo son alternativas vegetales como lentejas, edamame, tofu, guisantes y nueces. Es preferible evitar embutidos procesados, ya que contienen grasas saturadas y sodio en exceso.

2. Frutas y verduras

Los vegetales de hoja verde aportan vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la función hepática. Las bayas, por su parte, contienen antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación del hígado.

3. Avena y otros cereales integrales

Los alimentos ricos en fibra promueven una digestión saludable y ayudan a eliminar toxinas a través de las heces, reduciendo la carga del hígado.

4. Aceite de oliva

Contiene vitamina E y antioxidantes que han demostrado ser protectores frente a la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).

5. Frutos secos y semillas

Además de ser una buena fuente de proteína vegetal, aportan grasas saludables y compuestos antiinflamatorios.

6. Café y té verde

Estudios han revelado que el café puede mejorar la función hepática y reducir el riesgo de fibrosis. El té verde, por su parte, podría ofrecer protección contra el cáncer de hígado. Consulta con tu médico si tomas medicamentos o padeces alguna condición que requiera limitar su consumo.

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La buena noticia: el hígado puede recuperarse

El hígado es uno de los pocos órganos que puede regenerarse si se detecta a tiempo el daño y se realizan cambios adecuados en el estilo de vida. Esto incluye dejar hábitos nocivos, como el exceso de alcohol o azúcar, y mejorar la alimentación. “Si los problemas se detectan en etapas tempranas, la enfermedad hepática puede revertirse”, asegura Flores.

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