El infiltrado del KKKlan, el racismo en EU hecho película
Colorado Springs, 1970, el escenario donde Ron Stallworth, el primer oficial negro de la ciudad comienza su carrera como detective, infiltrándose en un mitin del “Black Power”.
Colorado Springs, 1970, el escenario principal, un cuartel de policía en donde Ron Stallworth, el primer oficial negro de la ciudad comienza su carrera como detective, infiltrándose en un mitin del “Black Power”.
Los compañeros de trabajo de Ron, todos ellos blancos, están preocupados de lo que las personas negras puedan estar pensando y planeando para romper con la tranquilidad de Colorado, pero este personaje está dispuesto a llegar más allá, sin importar de donde viene, cómo se ve, o se escucha, así que decide hacer una llamada para formar parte de una de las asociaciones más viejas de la cultura estadounidense el Ku Klux Klan.
El racismo está reflejado en cada uno de los diálogos de los personajes, comenzando por que nadie puede creer que un negro suene como un blanco al teléfono, por eso Ron tiene la facilidad de acercarse al mismísimo David Duke, “Gran Mago” del KKK, y ganarse su confianza.
Esta película dirigida por el gran Spike Lee, nos cuenta como inclusive dentro del mismo sistema que insistía (o que incluso en algunos casos lo sigue haciendo) en segregar, los agentes sociales que forman el engrane están en desacuerdo con el camino establecido, lo repudian, pero no pueden hacer nada para romperlo. La mentalidad de ser superior al individuo de junto simplemente por las condiciones de raza o religión son absurdas incluso dentro del mismo cuartel, es por que los compañeros de trabajo de Ron lo apoyan, se ríen de lo absurdo que resulta sentir un poder superior (que no existe) y hacen todo por quebrar, al menos una parte de lo que está podrido.
Cuenta con las actuaciones de John David Washington, Laura Harrier, Adam Driver, Ryan Eggold, Michael Buscemi y Thoper Grace y está nominada a 5 premios de la academia entre ellos, mejor película, dirección, edición, guion y actuación de reparto. Fue producida en conjunto por Spike Lee y Jordan Peele, a quién recordamos por ganar el año pasado el Oscar a mejor guión original con su película ‘Get Out’, en donde podemos encontrar un tema similar, el odio cultural que sufren las personas de color en Estados Unidos.
Una película llena de colores, planos abiertos y un lenguaje característico de las películas de este director. Te ofrece un poco más de una hora de risas e incluso, al final un sabor de boca agridulce, al entender que este problema que estamos viendo en un pantalla con matices de comedia y ambientada en los años 70, realmente existe ahora, afuera de la sala de cine y afecta a humanos de carne y hueso.