Los niños están cada vez más rodeados por malas noticias, incluso aunque intentemos protegerlos. Tanto pesimismo puede hacer que desconfíen de su entorno, lo que los llevaría a padecer ansiedad, temor a la vida, desarrollar fobias y vivir frustrados. Es necesario fomentar su ilusión.
Te recomendamos leer: 13 signos de depresión infantil
Los niños son mucho más perceptivos de lo que pensamos. No sólo notan cuando hay problemas de cualquier tipo en casa o en la escuela, sino también en el mundo que los rodea.
Los eventos noticiosos quizá representen uno de los ambientes más pesimistas en fechas recientes. Constantemente somos bombardeados por noticias sobre narcotráfico, corrupción y violencia; la llegada del impredecible Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la inestabilidad económica añaden más inquietud al entorno. Y la tragedia que se presentó en Monterrey esta misma semana acercó al pesimismo todavía más a nuestros hijos.
Cuando los niños viven con mucha ansiedad y preocupados o frustrados, las creencias y los ideales se pueden transformar en pesimismo o miedo irracional a perder a los seres queridos. Esto ocasiona una baja autoestima, depresión, hostilidad, fobias, entre otros trastornos psicológicos.
Y es que la mente infantil no está preparada para afrontar tantas malas noticias. Los niños siguen ilusionándose por el futuro, y no han perdido la capacidad de asombro. La oportunidad de pasar tiempo con sus padres, tanto en fechas emblemáticas (como sus cumpleaños y las fiestas de fin de año) como en la vida cotidiana, son fundamentales para ellos porque representan el hecho de disfrutar a sus seres queridos: si se incentivan estas creencias, se tendrá una niñez emocionalmente sana.
A decir de la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), los niños calcan las creencias y la percepción del mundo que tienen sus padres.
“El pesimismo generalizado en la sociedad mexicana se refleja de inmediato en nuestros hijos. Si no creemos en nada y asimilamos el futuro de forma catastrófica, los niños pequeños también creerán que su mundo a lo mejor no vale la pena. Eso es nocivo porque más tarde podrían desarrollar trastornos emocionales: una niñez desconfiada y ansiosa dará como resultado a adultos hostiles y altamente egocéntricos e inseguros”.
Te recomendamos leer: Enseña buenos hábitos a tus hijos
Según la Mtra. Susana Salazar Gómora, especialista del CEEPI, la realidad de los adultos no debería ser vivida de igual manera por los niños.
“No se trata de mentirles. La idea es respetar esta etapa que está basada en creer. Por ello es fundamental que los niños mantengan la ilusión”, afirma. Fechas especiales como las ya mencionadas y aquellas experiencias en familia que seamos capaces de crear y ofrecerles “simbolizan, entre otras cosas, unión familiar y valores como el amor, la amistad, la confianza y la honestidad, que deberían regir las relaciones de los seres humanos. Es momento de reflexionar: al final lo que quieren los niños es estar con sus padres”, concluyó Salazar Gómora.
Sabemos que la situación actual en el país complica lo que podría ser una convivencia “ideal” en diferentes aspectos de la sociedad. ¿De qué forma tratas de mantener un entorno optimista para tus hijos? ¿Es complicado llegar a esto? ¿Has notado cambios en su ánimo?