Los jugos verdes se han convertido en un ícono de la alimentación saludable, promocionados por su alto contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes. Sin embargo, los especialistas advierten que su consumo diario puede tener efectos adversos en la salud. Aquí te contamos las cinco razones por las que debes moderar su ingesta, según expertos en nutrición.
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1. Problemas estomacales por consumo en ayunas
El nutriólogo clínico Adrián Santiago explica que tomar jugos verdes en ayunas puede causar irritación, pesadez e inflamación estomacal. Ingredientes como el apio, la espinaca o el nopal pueden agravar estos síntomas. Para evitarlo, se recomienda consumir algo ligero antes de ingerirlos y evitar su consumo continuo.
2. Riesgos por excesos de nutrientes
Los jugos verdes son ricos en vitaminas y minerales, pero su exceso puede ser perjudicial. Por ejemplo, la Fundación Española del Corazón advierte que las personas que toman anticoagulantes deben evitar alimentos ricos en vitamina K, como las espinacas. Además, el exceso de hierro puede acumularse en órganos vitales, aumentando el riesgo de enfermedades hepáticas o cardíacas.
3. Impacto en los riñones
El Hospital Médica Sur destaca que los oxalatos, presentes en vegetales como las espinacas, pueden contribuir a la formación de cálculos renales si se consumen en exceso. La Mayo Clinic recomienda moderar el consumo de jugos verdes para evitar complicaciones renales.
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4. Pérdida de fibra y nutrientes esenciales
Al extraer el jugo de frutas y verduras, se elimina la fibra, esencial para la digestión y la salud intestinal. Aunque los jugos conservan vitaminas y minerales, no hay evidencia de que el cuerpo los absorba mejor en esta forma, según la Mayo Clinic.
5. Pueden causar desnutrición
La nutricionista Rocío Maraver advierte que los jugos verdes no deben sustituir comidas completas, ya que carecen de proteínas y otros nutrientes esenciales. Su consumo exclusivo puede llevar a una dieta monótona y a la ingesta de alimentos menos saludables.
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Conclusión
Los jugos verdes son un complemento saludable, pero su consumo diario debe ser moderado y supervisado por un profesional. Para aprovechar sus beneficios sin riesgos, combínalos con alimentos ricos en fibra y proteínas, y consulta a un nutricionista.
