¿Es seguro volver a congelar la comida? Aquí te lo decimos
Aunque la congelación no elimina los microorganismos, sí detiene su proliferación, preservando así las propiedades nutricionales y organolépticas de los alimentos.
¿Alguna vez has descongelado un alimento y te has preguntado si puedes volver a congelarlo? Es una duda muy común, especialmente cuando queremos evitar el desperdicio de comida. La respuesta no es tan simple como un sí o un no, ya que depende de varios factores.
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La congelación de alimentos es una de las herramientas más efectivas para prolongar la vida útil de los productos, garantizar la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio. Este proceso, que consiste en mantener los alimentos a temperaturas de -18ºC o inferiores, inactiva los microorganismos responsables de la descomposición y las enfermedades alimentarias, como señala la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Aunque la congelación no elimina los microorganismos, sí detiene su proliferación, preservando así las propiedades nutricionales y organolépticas de los alimentos. Sin embargo, este proceso requiere de buenas prácticas para garantizar su eficacia y evitar riesgos innecesarios.
La congelación actúa ralentizando las reacciones químicas y la actividad microbiana en los alimentos. A temperaturas de -18ºC, los microorganismos quedan inactivos, pero no mueren. Esto significa que, si no se manipulan adecuadamente, los alimentos pueden convertirse en un foco de contaminación al descongelarse.
Por ello, es fundamental respetar la cadena de frío desde el momento de la compra hasta el almacenamiento en el hogar. Utilizar bolsas isotérmicas y congeladores en buen estado garantiza que los alimentos mantengan sus propiedades originales. Asimismo, es recomendable etiquetar los productos con la fecha de congelación para controlar su tiempo de almacenamiento.
La bióloga y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Alicia Aguilar, asegura que la congelación no provoca pérdidas significativas de nutrientes siempre que se realicen correctamente las etapas de transporte y manipulación. Esto hace de la congelación un método seguro para preservar vitaminas, minerales y proteínas.
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Uno de los debates más frecuentes en torno a la congelación es la seguridad de volver a congelar alimentos previamente descongelados. Según expertos como Aguilar, esto es posible si el alimento ha sido cocinado a altas temperaturas antes de su recongelación. El proceso de cocción elimina microorganismos peligrosos, reduciendo el riesgo de intoxicaciones.
Sin embargo, no todos los alimentos son aptos para ser congelados nuevamente. Por ejemplo:
El desperdicio alimentario es un problema global que afecta tanto a la economía como al medio ambiente. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se desperdicia cada año. La congelación es una estrategia efectiva para mitigar este problema, ya que permite:
Aunque la congelación es un método sencillo y eficaz, existen errores comunes que pueden comprometer su eficacia. Entre ellos destacan:
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La congelación, cuando se realiza de manera adecuada, es una herramienta indispensable para preservar los alimentos y garantizar tu seguridad. Sin embargo, es crucial seguir las recomendaciones de los expertos para evitar riesgos como la proliferación de microorganismos o la pérdida de calidad. Desde respetar la cadena de frío hasta evitar la doble congelación innecesaria, cada paso cuenta para aprovechar al máximo este método.