Esta es la bacteria que vive en 7 de cada 10 mexicanos
Aunque la mayoría no tendrá síntomas ni complicaciones, el 10% de quienes están infectados por esta bacteria podría desarrollar cáncer de estómago.
La bacteria Helicobacter pylori ha acompañado al ser humano desde tiempos remotos; prueba de ello es que fue hallada en el organismo de una antiquísima momia neandertal descubierta en los Alpes.
Su presencia es habitual en el ser humano debido a la facilidad de su transmisión (saliva, alimentos, mala higiene, contacto de manos). Se estima que 7 de cada 10 mexicanos ha tenido contacto con esta problemática bacteria, principal responsable de la gastritis y la úlcera péptica.
“Se desconoce a detalle cómo se contrae esta infección, pero 7 de cada 10 de nosotros la tuvimos y nos curamos o la tenemos como huésped en nuestro estómago” explica el neurograstroenterólogo Genaro Vázquez Elizondo, ex presidente de la Sociedad de Gastroenterología de Nuevo León.
Si bien no siempre provoca problemas, puede desencadenar la inflamación de la capa interior del estómago y producir una úlcera. Hace 30 años las úlceras eran una sentencia de muerte porque eran incurables.
Y si la persona no moría sí perdía la mitad del estómago, explica el especialista. Pero todo cambió cuando se descubrió que este ‘bicho’ era el responsable de dichas laceraciones estomacales.
El H. pylori es una bacteria que vive en la mucosa del revestimiento estomacal
Aunque la mayoría de la gente no tendrá síntomas ni complicaciones, otras sí padecerán dolor y malestar en la parte superior del abdomen, distensión abdominal, sensación pronta de saciedad aún con porciones convencionales, entre otras.
Estas personas necesitarán un tratamiento que erradique la bacteria, pues el cáncer gástrico básicamente se presenta cuando existe una exposición crónica a la bacteria.
La complicación más temida es el cáncer gástrico. Y aunque de los infectados por esta bacteria solo un mínimo porcentaje (2-5 por ciento) desarrollará adenocarcinoma gástrico —un tipo muy letal— se sabe que hasta en el 80 por ciento de los casos de cáncer de estómago distal está presente la infección por H. pylori.
Se sabe que afecta particularmente a la población de nivel socioeconómico medio y bajo y son los adultos quienes manifiestan con más frecuencia síntomas y problemas.
“Lo que genera las complicaciones es la exposición crónica a la bacteria” precisa Alan Edward Barrel, gerente médico de Chinoin.
Es importante que las personas entre 35 y 50 años de edad que presentan los siguientes síntomas acudan a una revisión médica:
Por lo general el mal aliento se relaciona con bacterias localizadas en la lengua y en el surco gingival o por caries, gingivitis y descomposición y sabor fuerte de ciertos alimentos, pero una fuerte halitosis puede ser provocada por la bacteria Helicobacter Pylori debido a la producción de sulfuros y otros gases como el amonio.
Ante la presencia de dichos síntomas se debe acudir al médico para que lo más pronto posible se inicie con el tratamiento, el cual puede incluir el uso del ilaprazol (Norutec), un inhibidor de bomba de protones de tercera generación capaz de bloquear la producción de ácido.
“Esta molécula ayuda al control de los ácidos secretados por el mismo estómago, una medida muy importante, pues esa bacteria requiere de ese medio ácido para sobrevivir” explica Alan Edward Barrel, gerente médico de Laboratorios Chinoin.
El medicamento —que solo se toma una vez al día— tiene una ventaja farmacológica: protege el tracto digestivo, una zona delicada compuesta por un tejido muy especializado que no solo permite la absorción de los nutrientes, sino también la preparación de los alimentos para que sean absorbidos adecuadamente una vez que llegan al estómago.
Si cuando los alimentos llegan al estómago no existe la acidez adecuada, la persona tendrá problemas de digestión, los cuales por años fueron atacados con antiácidos, que solo funcionaban de manera temporal, pero no permitían la cicatrización del estómago lacerado. “El control del ácido estomacal debe ser una herramienta terapéutica elemental” agrega Edward Barrel.
Este tratamiento debe ser indicado y vigilado por un médico, quien debe dar seguimiento al paciente hasta cumplir el periodo necesario y seguir las medidas dietético-higiénicas, para que pueda controlar o erradicar la infección.