Es importante entender la frustración e incertidumbre que pueden causar algunas clases en nuestros hijos con la nueva modalidad de la educación.
Todo comenzó en marzo del 2020, de un día para otro docentes y estudiantes fueron sacados del salón de clases para ahora dar y recibir, respectivamente, sus lecciones a través de una aplicación, ya sea en un celular o en una computadora.
¿Por qué nos cuestan más trabajo algunas materias? Las clases durante la pandemia aumentaron la dificultad para aprenderlas.
Algunos niños necesitan más ayuda e incentivo para mejorar en determinadas materias, pero sobretodo en matemáticas, y esto no es una suposición, es algo muy común en muchas familias, donde alguno de los integrantes (o más) puede experimentar bastantes problemas para comprenderlas.
Las matemáticas son un producto del razonamiento abstracto y, lo abstracto, es difícil. Nuestro cerebro entiende mejor lo que nos presentan los sentidos, es decir, lo concreto. Por el contrario, aunque la mayoría de los problemas matemáticos se refieren a cosas concretas, hay que aplicar un lenguaje abstracto, repleto de simbología, fórmulas y signos específicos.
Pero tener dificultad con las matemáticas no significa que los hijos no sean inteligentes. Ya que, si por algo se caracteriza esta materia es porque los conocimientos son necesariamente acumulativos.
Si un niño no adquiere el concepto de número, tendrá muchas dificultades para aprender a sumar y restar. Si no aprende a multiplicar correctamente no podrá alcanzar la comprensión de otras operaciones más complejas.
Las matemáticas son una ciencia progresiva, es decir, hay que consolidar cada uno de los contenidos para poder progresar el conocimiento. Tal y como ocurre en la vida: es necesario aplicar experiencias y conocimientos pasados para enfrentar determinado problema u obstáculo.
Por esto muchos estudiantes sienten temor, porque no saben cómo estudiarlas para obtener buenos resultados.
Generalmente en el aula de enseñanza el profesor irá al ritmo de los alumnos que comprenden las clases, y esto generará rezago en otros, los que no entienden, que con el paso de los días ser irán perdiendo más y más.
¿Cuál va a ser la motivación de estos estudiantes por las matemáticas si todos los días escuchan algo que no entienden? Solo van a estar sentados durante una hora (o lo que dure la clase), escuchando algo que ya no comprenden porque el eslabón se rompió.
Ver cómo tus compañeros entienden algo que para ti puede ser imposible genera un sentimiento de frustración y baja autoestima. Tengo el mismo profesor, voy a la misma clase, pero no entiendo…
Por el contrario, si cada estudiante recibe la atención particular que necesita y trabaja a su ritmo a la vez que observa los resultados de su esfuerzo, el panorama será muy distinto. Por ejemplo, podría resolver problemas de un nivel superior al que debería comprender, de acuerdo a los niveles educativos estándar.
Y es que, como diversos métodos de estudios japoneses afirman, el trabajo constante promueve un avance a paso firme y de largo plazo, además de valores como la disciplina, fundamental para el éxito en cualquier ámbito de la vida.
Desde luego, cada padre de familia trata de apoyar a sus hijos para que superen sus problemas académicos y tengan una experiencia escolar exitosa. En este sentido, es importante proveerlos de herramientas necesarias para enfrentar cualquier reto, no solo escolar, sino de vida.
Existen programas extraescolares que pueden complementar la educación y potenciar el intelecto de los hijos. Una de ellas toma solo 30 minutos al día y le dará ventajas en la vida.
Y la mejor elección que puedes hacer es Kumon, una empresa con más de 60 años de experiencia que desarrolla y mejora el potencial de los estudiantes alrededor del mundo a través de sus programas de aprendizaje, uno de ellos es el de matemáticas.
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Con información de diariohuelva.es y lamenteesmaravillosa.com
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