Gratitud: Un antídoto contra el estrés y la ansiedad
Cultivar la gratitud puede mejorar tu salud física, mental y espiritual, ayudándote a vivir una vida más larga... y más feliz.
“Quienes practican el agradecimiento y lo expresan con regularidad tienen mejor salud y, en términos generales, viven más”, afirma el Dr. Dave Rabin, neurocientífico y psiquiatra. Las personas agradecidas son más felices y experimentan un mayor bienestar en general, y las investigaciones con imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) demuestran que pensar en las cosas por las que uno siente gratitud enciende los mismos centros de placer en el cerebro que las drogas y el sexo, explica.
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“Observamos cambios en la actividad cerebral que se centran en la corteza insular anterior y la corteza cingulada anterior, que intervienen en la interpretación emocional, la memoria y el control, lo que a su vez cambia nuestra forma de comportarnos”, explica. La gratitud, dice, también aumenta las conexiones neuronales y libera hormonas asociadas a la felicidad.
No queda clara la forma en la que la gratitud aumenta la longevidad, ya que hay numerosas otras variables que intervienen en la determinación de la esperanza de vida de una persona, dice el experto. Lo que sí sabemos, según las investigaciones actuales, se basa en los beneficios mentales, físicos y espirituales de mostrar gratitud.
Aunque es difícil demostrar una verdadera relación causa-efecto entre la gratitud y la salud, practicar la gratitud (por ejemplo, leyendo citas sobre el tema) ha demostrado en múltiples estudios que tiene un asombroso número de beneficios para la salud física, afirma el Dr. Rabin. Las personas agradecidas suelen experimentar:
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Quienes tienen una perspectiva optimista tienden a vivir más tiempo, y la Dra. Haley Perlus, psicóloga que estudia la resiliencia emocional, afirma que dejar espacio a la gratitud es una de las formas más rápidas de sentirse más feliz y optimista. “La gratitud es una herramienta productiva de entrenamiento emocional”, explica. “Cuando sientes gratitud por tu vida, sueles experimentar sentimientos asociados a la felicidad, la paz, la pasión, etc. Estas emociones agradables pueden ser entonces un catalizador para la salud mental”. Centrarte en la gratitud ayuda a ver cuántas cosas buenas hay en la vida, acalla la voz interior negativa, reduce la concentración en los problemas y evita dar por sentadas las bendiciones. Algunos de los beneficios para la salud mental de los que disfrutan las personas agradecidas son:
Mostrar gratitud puede tener un poderoso efecto en tu espíritu, principalmente a través del cultivo de la resiliencia, que es una forma de fortaleza mental que te da la capacidad de recuperarte rápidamente de las dificultades. La Dra. Perlus afirma que este es un rasgo increíblemente importante cuando se trata de la longevidad. No puedes controlar si te ocurren cosas malas en la vida, pero puedes controlar cómo reaccionas ante ellas. Aprender a ser resistente ante las dificultades está muy relacionado con una vida larga, afirma.
De hecho, la resiliencia fue el rasgo mejor valorado asociado a vivir más de 100 años, según un estudio de personas mayores publicado en 2010 en Current Gerontology and Geriatrics Research. Las personas que puntuaban alto en las escalas que medían los pensamientos y comportamientos resilientes tenían un 43% más de probabilidades de llegar a los 100 años que las personas que declaraban tener menos resiliencia. Esto llevó a los investigadores a concluir que la resiliencia “contribuye significativamente” a entrar en el club de los centenarios.
La resiliencia es una habilidad aprendida. La Dra. Perlus dice que una de las mejores formas de cultivar la resiliencia es “contar tus bendiciones”: escribe tres cosas por las que sientas gratitud en un diario cada mañana, dicta una lista en tu teléfono, llama o envía un mensaje de texto agradeciendo a una persona cada día, haz una meditación de gratitud o simplemente enlista las cosas por las que agradeces y revísala a menudo.
Practicar la gratitud tiene un efecto en cascada: la Dra. Perlus afirma que te da más propensión a elegir otros hábitos que promueven la salud. A modo de ejemplo, ya que las personas agradecidas son optimistas y no dan las cosas por sentadas, suelen tener más probabilidades de alimentarse de forma más nutritiva, hacer ejercicio, relacionarse con los demás, hacer trabajo voluntario, salir al aire libre, tener pasatiempos satisfactorios e incluso mantener más relaciones sexuales (una de las razones podría ser que superan los conflictos con mayor rapidez). Todos estos factores suelen aumentar la longevidad. “La gratitud crea la oportunidad de centrarse en todo lo bueno del pasado, el presente y el futuro”, concluye la Dra. Perlus.