A veces la “basura” puede tener una utilidad insospechada; en otras ocasiones, tal vez te convenga desechar o regalar para terminar con el desorden.
Te va sorprender lo que esta experta en organización recomienda para terminar con el desorden en el hogar. A veces la “basura” puede tener una utilidad insospechada; en otras ocasiones, tal vez te convenga desechar o regalar algunos artículos “importantes” si no mejoran tu vida.
Lo creas o no, los juguetitos que vienen en algunas bolsas de dulces y paquetes de comida rápida les servirán mucho a los niños para futuros trabajos de la escuela, como maquetas tridimensionales, así que tal vez quieras guardarlos a parte del desorden.
Si siempre te pones piyama o se te olvida llevar la bata cuando sales de viaje, cuestiónate si en verdad necesitas esta prenda o puedes eliminarla como causante del desorden. Ciertas cosas nos parecen un lujo, pero a menudo son sólo objetos inútiles que nos obligan a decidir qué hacer con ellos.
Etiqueta cada cable suelto y ponle una fecha de caducidad de un año. Esto te dará tiempo de sobra para buscar el complemento: un aparato o accesorio.
Por ejemplo, en seis meses podrías descubrir que un cable es parte de un adorno navideño. Si hallas el complemento, reetiqueta el cable; si no, ¡tíralo a la basura y no hagas más desorden!
Cuando constantemente encuentras en el portalápices o en un cajón una pluma que jamás usas, es señal de que necesitas deshacerte de ella.
Aunque quizá ya no te sirvan para guardar alimentos, estos recipientes pueden funcionar bien como organizadores de cajones. Úsalos en tu escritorio, así como en los gabinetes del baño y en el cuarto de trebejos, es una opción para acomodar el desorden.
¿Quieres una sugerencia inteligente para liberar tus gabinetes de floreros que nunca usas? Llénalos con flores de tu jardín y regálaselos a tus amigos y vecinos.
Si siempre vas al salón de belleza a arreglarte y nunca te pintas las uñas en casa, tira todos los esmaltes; además, es probable que no necesites todos los utensilios y frascos que vienen en un estuche de manicura.
Conserva los que todavía sirvan, y desecha los demás.
¿Los gabinetes de tu cocina están convertidos en un cementerio de botellas de agua? Lo que realmente necesitas es esto: dos botellas por cada miembro de la familia para que beban por lo menos una a la semana para dejar de crear desorden.
Guarda sólo una botella por cada ocupante de la casa si las usan con menos frecuencia.
Agrega los calcetines “huérfanos” a tus utensilios de limpieza. Sirven bien para quitar el polvo.
Si te saltas un libro cada vez que buscas algo para leer en el librero, regálalo; esto liberará espacio y hará menos desorden. Los libreros lucen más equilibrados cuando se llenan con 75 por ciento de libros y 20 por ciento de adornos, lo que deja desocupado el 5 por ciento restante de entrepaños.
