Guía rápida para planificar tus propósitos de Año Nuevo
Al parecer las motivaciones internas o propósitos no están claros y el ritmo de vida asociado a la falta de tiempo consumen los retos a lo largo del año.
¿Por qué el 90 por ciento de los mexicanos abandona sus metas? Al parecer porque las motivaciones internas o propósitos no están claros y el ritmo de vida asociado a la falta de tiempo consumen los retos a lo largo del año.
Está de sobra comentar que los mexicanos arrancamos el año con el optimismo desbordado pero que al final del mismo, 90 por ciento abandonó sus propósitos y no los cumplió.
Según un estudio de ‘De las Heras Demotecnia’, seis de cada diez mexicanos arrancan con todo, pero conforme pasan las semanas los retos para hacerse un chequeo médico (84 por ciento), pasar más tiempo con la familia (81 por ciento), hacer ejercicio (79 por ciento), ahorrar dinero (75 por ciento) y cambiar de empleo (15 por ciento) decaen abrumadoramente porque, según el Departamento de Clínicas de la Salud Mental de la Universidad de Guadalajara, las motivaciones internas no están claras y el ritmo de vida asociado a la falta de tiempo van consumiendo los retos.
Hoy día, gracias a la neurociencia, sabemos que la formación de un hábito (y las nuevas conexiones neuronales que genera) tardan entre 21 y 66 días, así que la constancia es clave. ¿Pero qué pasa cuando la constancia se topa con sus grandes enemigos, los ladrones de tiempo? Por ejemplo, un mexicano con una rutina promedio trabaja 43 horas por semana y duerme alrededor de 6 horas.
Pero resulta que los mexicanos pasamos entre 2 y 5 horas diarias en el transporte -unos 45 días al año en el tráfico de la Ciudad de México-, y durante la jornada dedicamos aproximadamente 3.9 horas diarias a revisar las redes sociales.
Con esos datos cómo no le va a faltar tiempo a una persona para encontrar el tan anhelado equilibrio de vida para trabajar, socializar y ejercer el auto aprendizaje. Babbel, un software de aprendizaje de idiomas online, analizó a los principales administradores del tiempo y consultó a sus expertos en didáctica en todo el mundo para conocer en qué usan los ciudadanos su tiempo.
Desde Alemania hasta Brasil, pasando por países de primer mundo como Austria, Suiza, Reino Unido, Australia, Canadá, Francia y Estados Unidos, hasta América Latina como Argentina y México, las nuevas tecnologías consumen el tiempo y a las personas les faltan horas para completar su tareas y objetivos. Entonces, ¿cómo lo resolvemos?
Los investigadores del aprovechamiento del tiempo Sunny Schlenger y Roberta Roesch, clasifican a las personas según la manera en que no aprovechan su tiempo:
El saltón: A esta persona “le gusta tener muchos asuntos entre manos y trabajar en varias tareas simultáneamente, pero constantemente salta de una cosa a otra y nunca termina ninguna”. Muy probablemente este perfil es de los adictos a las redes.
El ultra perfeccionista: Cree que puede hacerlo todo, pero se complica tanto tratando de hacerlo todo bien que no puede terminar a tiempo los proyectos. Aun cuando completa una tarea, no está contento con los resultados.
El alérgico a los detalles: Prefiere formular planes a llevarlos a la práctica; de modo que una vez que comienza un proyecto, se muestra flojo en su seguimiento.
El indeciso: Todo lo deja al azar porque no es capaz de tomar decisiones y le preocupa equivocarse.
El decidioso: Deja todo para última hora como si gozara con la angustia, y por lo general necesita presión de fuera para terminar una tarea.
Ahora que sabes en qué categoría o categorías te encuentras, necesitas un plan:
Cifra impresionante si la comparas con la hora con 40 minutos en Alemania, o las 3.4 horas en Austria. Esto significa que, entre la jornada laboral, el tiempo de desplazamiento y el tiempo para dormir, hay muchas horas intermedias ocupadas por las redes y los gadgets, cuando solamente en las 2 a 5 horas en el tráfico podrías descargar tu lección de algún idioma y dedicarle de 15 a 20 minutos diarios, tiempo en el que los encuestados mexicanos dijeron haber aprendido una nueva lengua.
Hablar un nuevo idioma activa tu cerebro, lo mantiene saludable y te ofrece un diferenciador para ganar un 50 por ciento más de dinero que el resto de tus competidores.
Es decir, eso que realmente te mueve a cumplir un reto. Por ejemplo, 50.65 por ciento de los mexicanos encuestados reveló que su motivación personal para aprender un idioma es la interacción cultural; para el 37.66 por ciento lo es cambiar de empleo y mejorar sus ingresos; mientras que para el 32.47 por ciento es por salud mental.
Cuando no cumples tus metas y generas frustración tu cerebro libera cortisol, la hormona del estrés, pero cuando cumples un reto liberas oxitocina, la hormona de la felicidad, esto te permitirá sumar acciones benéficas para tu plan de crecimiento de 2019.
Cuando logres repetir la acción que te llevará a tu meta esos anhelados 21 días, entonces marca metas más grandes. Los datos de Babbel muestran claramente una fuerte coherencia entre la frecuencia y la repetición de una actividad y convertirse en un usuario avanzado.
Las personas que practican regularmente y repiten sistemáticamente son mucho más exitosas que las que no lo hacen, además muchos se inscribieron en un nuevo idioma, pasando del simple conocimiento a planear viajes y los de mayor edad, a desmitificar que estudiar idiomas solamente es para jóvenes.
Planear la estrategia 2019 es una cosa, pero aterrizarla es otra y si liberas tu tiempo para llenar tu vida de mucho más que tráfico, redes sociales, celular y trabajo, encontrarás plenitud y mucha satisfacción personal y profesional.
¿Te atreves a dar el paso?