Una persona hipermétrope ve claramente los objetos que están lejos, pero los que están cerca aparecen borrosos ante sus ojos.
Las personas hipermétropes tienen visión borrosa al mirar objetos que están cerca, a menos que hagan un esfuerzo constante para enfocarlos; lo que puede provocarles tensión en la zona de los ojos, dolores de cabeza y cansancio ocular.
La hipermetropía se produce cuando el ojo es más pequeño de lo normal. Esta forma del ojo hace que las imágenes se formen detrás de la retina, no en ella. Es un defecto frecuente, la mayoría de las veces hereditario. Como consecuencia, el cristalino y los músculos intraoculares deben hacer un gran esfuerzo para enfocar la imagen en la retina.
Los bebés y los niños pequeños suelen ser algo hipermétropes pero, a medida que sus ojos crecen y se alargan, este defecto se corrige por sí solo, por lo general cuando tienen 7 u 8 años. A menudo, los adultos jóvenes que siguen siendo hipermétropes no se dan cuenta de este defecto de visión porque tienen la flexibilidad suficiente para adaptar la potencia de focalización y corregirlo sin ayuda de anteojos o lentes de contacto.
Síntomas de la hipermetropía
En un principio, es posible que no existan síntomas o sean muy leves. Con la edad y en casos de hipermetropías medias o altas, puede detectarse una dificultad cada vez mayor para ver los objetos más próximos hasta que, finalmente, incluso los objetos lejanos aparecen borrosos.
Tratamientos de la hipermetropía
La hipermetropía es fácil de corregir y los ojos hipermétropes están, por lo demás, sanos. Como se produce al proyectarse las imágenes por detrás de la retina, se corrige reajustando el foco de las imágenes para que se proyecten en ella. Suele hacerse utilizando formas habituales de corrección de la visión, tales como:
- Anteojos
- Lentes de contacto: Bausch + Lomb cuenta con una amplia gama de productos para cubrir esta patología. Consulte con un profesional del cuidado de la visión cuál es el indicado para usted
- Cirugía: existen opciones quirúrgicas que incluyen tecnología láser o pequeñas incisiones para remodelar la córnea del ojo afectado. Un 10 a 20% de los casos pueden quedar hipercorregidos o hipocorregidos y requerir una segunda intervención, especialmente en los elevados vicios de refracción
