La boca, arma de seducción. ¿Cómo la utilizas tú?
El tejido que forma los labios carece de células protectoras, por lo que pueden perder la humedad, resecarse y cuartearse con facilidad.
Y como poseen además poca melanina, son también muy vulnerables a los efectos del sol, lo mismo que el área que los rodea.
Es esencial que los mantengas en perfectas condiciones siguiendo una adecuada rutina de belleza, desmaquillándolos antes de acostarse e hidratándolos con humectantes especiales, ya que su aspereza no se puede disimular ni con el labial más moderno.
Sólo un breve recordatorio: sin una higiene perfecta, sin unos dientes blancos y brillantes enmarcados por unos labios de piel sedosa, bien hidratada, no existe la posibilidad de que tu boca sea realmente seductora.
Aunque sea a título de curiosidad y para futuros retoques, si los crees precisos, vamos a ver cuáles son las proporciones que se consideran ideales. Ante un espejo, toma una aguja de hacer punto o cualquier varilla delgada y recta, mira al frente, coloca la aguja de forma que pase por delante del centro del ojo y descienda verticalmente hacia la barbilla.
Sonríe sin exagerar, si las comisuras de los labios tocan la aguja, sonríe de nuevo: tu boca está en armonía con el resto de tu cara. Si no se produce la coincidencia y no llegan a la aguja o la pasan, puedes corregir la diferencia con el lápiz labial.
Es un bonito nombre para la forma insinuante del labio superior. Sirve también como comprobación de la medida ideal: los dos vértices del labio superior deben coincidir con el centro de los orificios de la nariz.
Con el lápiz perfilador y la barra de labios puedes dibujar tu boca, modificando lo que tenga de desproporcionado. Una boca grande se perfilará por dentro de su contorno natural y se pintará en tonos discretos, mientras la boca pequeña se dibujará por fuera y se pintará con colores vivos.
Más importante es la corrección de los labios de comisuras caídas, que dan un aspecto de tristeza permanente. Con un perfilador rojo, desvía su dirección natural con un trazo hacia arroba…¡Vaya cambio de expresión!