Todos quieren tener mejor sexo, y hay maneras geniales para mejorar tu vida sexual. A veces tener sexo placentero y sin preocupaciones significa que el chico utiliza un condón. Así que ¿qué pasa si el hombre se quita el condón en algún punto durante el encuentro sexual, sin el consentimiento de la mujer o incluso sin que ella lo sepa?
En Suiza, el hombre puede ser detenido por violación, como fue un caso en el inicio de este año. En Estados Unidos, no es un crimen, aunque la práctica, que hoy en día se conoce como stealthing, puede ser entendida como transformar sexo consentido en sexo no consentido, según Alexandra Brodsky, Alexandra Brodsky, becaria en el National Women’s Law Center y autora de un artículo académico influyente sobre el tema que se publicó recientemente en el Journal of Gender and Law de la Facultad de Derecho de Columbia.
Brodsky llegó a la conclusión de que los tribunales civiles deberían ofrecer a las víctimas la oportunidad de recuperar dinero por daños y perjuicios de los ladrones.
Mientras que los expertos legales descartan esto, nos quedamos preguntando ¿por qué? Los hombres hacen esto llamado “stealthing” por una variedad de razones, según el sitio web de sexo seguro Condom Depot.
El uso del condón va a la baja
Algunos lo hacen con esperanzas de concepción, mujeres que hacen agujeros en un condón también se considera que están haciendo stealtjhing. Algunos simplemente dicen que “no les gustan” los condones más que sientan cualquier imperativo particular para utilizarlos.
“Una vez que se corrió la voz sobre el VIH en los 80, parecía que todo el mundo estaba utilizando condones“, observa Matthew Albanese, de 40 y tantos años. “Pero hoy en día, todo el mundo es mucho más laxo, yo mismo incluido. Yo nunca haría stealthing, pero si una mujer me pide que no use condón, no lo hago“.
El uso del condón está bajando entre las personas más jóvenes, según Andrew Selepak, un profesor en la Universidad de Florida. Al mismo tiempo, “ha habido un incremento en las enfermedades transmitidas sexualmente (ETSs) entre personas mayores”, nota. Estas 4 enfermedades de transmisión sexual son preocupantes.
Monya De, tiene algunas teorías de por qué el uso del condón está en decline en general: “Las mujeres mayores de 30 están tratando de concebir tras un embarazo demorado, a diferencia del pasado cuando utilizaban un condón para prevenirlo“, dice.
También: “El declive en los conteos de esperma está llevando a esperas más largas de las parejas que están a la espera de que un embarazo suceda. Y en cuanto a los millennials, están más dispuestos a embarazarse antes del matrimonio que generaciones mayores“.
Algunas razones para declinar el uso de un condón no tiene nada que ver con ‘stealthing’. Entre los adolescentes activos sexualmente, solo 40% utilizan un condón, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Eso está más abajo del 63% en el 2003.
Ya sea que la razón sea algo nefasto como “stealthing” o una decisión consciente, elegir no utilizar un condón es dejar pasar “el mayor propósito subyacente” dice el médico y experto en salud y bienestar Nesochi Okeke-Igbokwe: “Cuando se utilizan adecuadamente, los condones sirven como una barrera para proteger en contra del intercambio de fluidos durante el acto sexual. Cuando ese nivel de protección no se utiliza, puede incrementar el riesgo de exposición a una enfermedad de transmisión sexual. De alguna manera la urgencia en cuanto a las ETS se ha perdido”, dice el Dr. Okeke-Igbokwe.
“Lo que la mayoría de las personas jóvenes están aprendiendo sobre los condones es que previenen el embarazo“, observa el Dr. Selepak. Evitar un embarazo no deseado suele ser el enfoque principal en las clases de educación sexual y en discusiones entre padres y adolescentes.
Las ETSs son más difíciles de hablar. “Con un incremento en las mujeres utilizando anticonceptivos y la disponibilidad para pastillas del plan B, el miedo al embarazo ha disminuido”, añade. Tal vez al enfatizar los riesgos de las ETSs podría reducir el stealthing.
Tomado de rd.com This Dangerous Sex Trend Could Give You an STD—or Worse
