Lo cierto es que los hombres al igual que las mujeres sufren de inseguridades en el plano sexual, sólo que no suelen ser tan abiertos en el tema. Sin embargo es normal y es mejor platicar de estas inseguridades tanto con la pareja como con un profesional. La eyaculación precoz o no tener una erección son de las más conocidas.
El sexo nos deja al descubierto en todos los sentidos, no sólo nos desnuda sino que nos despoja de las capas bajo las que no solo escondemos nuestro cuerpo, sino también nuestros más profundos deseos.
La máscara que cuidadosamente nos anudamos antes de salir a la palestra cae al suelo y nos dejamos entonces abrazar por la intimidad que rodea este acto. Claro que, las ansias de placer chocan a menudo con las inseguridades que, ya sin la máscara, quedan al descubierto.
Es por eso que algunos especialista han comunicado los principales miedos que son motivo de consulta:
Estos factores acaban perjudicando a la vida sexual de la persona que los sufre, y puede desembocar en la dificultad para encontrar pareja. Asimismo, se puede desarrollar una “baja autoestima, ansiedad, depresión y otros problemas de deseo sexual, de excitación, de llegar al orgasmo y de dolor”.
Los especialistas Ángel Luis Guillén, sexólogo y director del centro de Psicología y Sexología Psicopartner y Sonia García, psicóloga y sexóloga, insisten en lo que realmente sirve para abordar todos los temores mencionados: la educación sexual.
En este sentido, Guillén indica que hay que identificar canales de educación sexual fidedignos y que estén gestionados por profesionales cualificados.
Por otra parte, recuerda que la falta de educación sexual es general, “por lo que es importante no basarnos únicamente en los consejos de amigos o familiares, sino contrastarlo con algún profesional”. En relación al daño que puede hacer el porno, el sexólogo comenta que hay que ser consciente de que este es solo ficción, no una referencia.
Del mismo modo, otro aspecto que se debe trabajar en estas situaciones es la comunicación con la pareja, quien puede ayudar a la superación del temor concreto que se sufra.
La falta de conocimiento es la causante a menudo de que se piense que este tipo de problemas debe quedarse en la intimidad. Sin embargo, es conveniente tratar el tema con naturalidad y acudir a un especialista en caso de que sea necesario.
“Estos temores pueden llegar a provocar disfunciones sexuales importantes que van a ir generando experiencias sexuales negativas, llegando a convertirse en ocasiones verdaderos traumas”, advierte Guillén.
El experto concluye que “el no darles importancia a estos miedos o pensar que se quitarán por sí solos puede llegar a cronificar el problema. Se produce un bloqueo psicológico que se va arraigando con el tiempo y que puede durar toda la vida si no se pone solución”.
¡No dejes que las inseguridades sexuales controlen tu vida! Atrévete a enfrentarlos y busca el camino hacia una vida sexual plena y satisfactoria.
Con información de Cuídate Plus