Lentes de contacto, aliados de los niños para el aprendizaje
Los lentes de contacto pueden ser la mejor alternativa para la corrección de errores refractivos en niños como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Los lentes de contacto pueden ser la mejor alternativa para la corrección de errores refractivos en niños como miopía, hipermetropía, astigmatismo, anisometropía.
En México, 4.5 por ciento de la población de 0 a 4 años (473 mil 775 personas) y 26 por ciento de la población de 5 a 14 años (5 millones 716 mil 743 personas) requiere de servicios optométricos.
Los problemas visuales y de aprendizaje tienen sus primeras manifestaciones en la edad escolar, lo notamos como desinterés por actividades que requieren concentración, posteriores problemas para lograr la lectura y la escritura pues el niño no puede descodificar y asimilar correctamente la información visual que recibe.
La visión es un proceso complejo y fundamental en el aprendizaje escolar. Las dos terceras partes de la información que reciben los estudiantes es a través del sentido de la vista. El desarrollo de la visión incluye la capacidad de utilizar los ojos simultáneamente de forma efectiva y coordinada para identificar, interpretar y entender la información visual, para preparar la acción subsiguiente. Si el desarrollo del sistema visual no es correcto, con la edad se producirán dificultades en el proceso de aprendizaje.
Dado que el desarrollo motor (de 0 a 7 años) está recíprocamente relacionado con el desarrollo visual (de 0 a 8 años), es necesario conocer qué bloqueos o interferencias se han producido en este proceso para entender las dificultades visuales, es por ello que es necesario una evaluación visual para diagnóstico oportuno de anomalías refractivas y adaptar oportunamente el tipo de lente que más favorezca al niño.
Es muy probable que si no tenemos un sistema visual óptimo se presenten alteraciones como:
Disfunción espacial visual/Direccionalidad: Diferenciación de las direcciones derecha e izquierda en el espacio externo (La alteración se nota cuando los niños confunden letra d por b).
La memoria visual refleja la capacidad del niño para reconocer y recordar la información que se le presenta visualmente.
La capacidad de integración del procesamiento de la información visual con movimientos motores finos es inadecuada. En ella se incluye también la coordinación motora fina o coordinación ojo-mano, que se define como la capacidad del niño para utilizar su mano y sus dedos para movimientos finos como tomar el lápiz y escribir sobre el renglón.
La salud visual es un tema que demanda atención. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México 4.5 por ciento de la población de 0 a 4 años (473 mil 775 personas) y 26 por ciento de la población de 5 a 14 años (5 millones 716 mil 743 personas) requiere de servicios optométricos.
“Es importante que, al ingresar a la escuela, el niño tenga una visión clara en ambos ojos, integrada y en 3D, percepción de colores y buena adaptación a la iluminación. Para lograr lo anterior algunos niños deberán usar lentes correctores como son las gafas aéreas, lentes de contacto o bien en caso de niños con discapacidad visual la adecuación de aditamentos ópticos y no óptico magnificadores que sea prescrito por un optometrista, explicó Nancy Sol Espíndola Romero, optometrista por el Instituto Politécnico Nacional.
Algunos niños, adicional al uso de los lentes correctores, requieren de terapia visual para dar entrenamiento y estrategias especializadas para cada caso.
Una de las grandes consecuencias de no corregir la visión en etapas tempranas es la ambliopía, afección que dificulta la visión y que, aunque es tratable, entre mayor sea la persona, más difícil y tardado será el tratamiento.
“Los lentes de contacto son una de la alternativas para la corrección de errores refractivos en niños como miopía, hipermetropía, astigmatismo, anisometropía —señala—pensemos en el niño que no le gustan las gafas aéreas, pero sin ellas no logra copiar del pizarrón, los lentes de contacto son una gran opción para este caso, también tenemos casos de éxito con el uso de lentes de contacto en niños y jóvenes con anisometropía (gran diferencia de graduación entre un ojo y otro) así como en jóvenes deportistas.
Algunos casos requieren del uso de lentes de contacto rígidos gas permeable porque ofrecen gran calidad óptica, su cuidado es muy básico y son más fáciles de insertar y retirar. También se recomienda el uso de hidrogeles de silicona tanto de uso de un día como de reemplazo frecuente, los cuales son más cómodos, pero requiere de un cuidado minucioso (paciente – optometrista).
Sara Bueno, profesora de Óptica y Optometría de la Universidad CEU San Pablo, recuerda que en lo que nunca se debe “bajar la guardia” es en las normas básicas de uso, mantenimiento, higiene y desinfección de lentes de contacto. Además, tanto en niños como en adultos, no se recomienda usar lentes de contacto en actividades acuáticas ni para bañarse o ducharse.
Un niño requiere conocer su entorno para consolidar nueva información: “Si uno de sus principales canales de recepción, como la visión, se ve afectado —comenta Mónica Bleiber Sustiel, maestra en psicopedagogía por la Universidad Anáhuac—, la información que obtenga estará fragmentada, lo cual afectará su aprendizaje y le generará inseguridad y desconfianza. Esta situación no sólo se presenta en las escuelas, sino también al jugar con sus familiares y amigos”.
El Consejo Optometría México destaca que una adecuada progresión y adquisición de habilidades por medio del sentido de la vista permitirá el desarrollo del aprendizaje y la memoria, el interés por la lectura, éxitos en el juego, el deporte y la mejora general en el desempeño escolar.
Fuente: Consejo Optometría México