¿Te duele el cuello? Es probable que hayas hecho uso de internet buscando ejercicios que te ayuden a aliviar esas molestias, o incluso hayas visitado a un profesional que te pasó una hoja con una rutina de ejercicios. Sin embargo, el fisioterapeuta Kiko Santomé advierte que ese enfoque puede ser erróneo para tu dolor cervical.
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El riesgo de un enfoque generalizado
“Recomendar un plan de ejercicios estandarizado para el dolor cervical puede ser riesgoso”, subraya Santomé, coordinador del área de Rehabilitación del Centro San Juan de Dios en Madrid. Cada dolencia tiene sus particularidades: lo que funciona para uno, podría agravar el problema de otro. Peor aún, un alivio inmediato puede convertirse en un inconveniente a largo plazo para algunos pacientes.
La clave radica en personalizar los tratamientos. Al analizar el dolor cervical de cada paciente, se pueden desarrollar pautas específicas que realmente aborden el problema subyacente.
Ejercicio: Un aliado potente
A pesar de las diferencias, la fisioterapeuta Carmen Mar Rodríguez Peñas señala que el ejercicio, en general, es fundamental para combatir estos dolores. Su consejo: incorporar actividad física diaria, priorizando especialmente los ejercicios de fuerza.
Causas del dolor de cuello
Existen múltiples razones detrás del dolor cervical, desde compresión y anomalías en músculos y nervios hasta lesiones por traumatismos. Estos dolores pueden limitarse al cuello o pueden extenderse hacia los brazos o incluso causar mareos.
Las tensiones musculares resultantes de posturas inadecuadas, como permanecer encorvado frente al ordenador, pueden ser un factor determinante. También suelen influir condiciones médicas como la artritis o incluso el desgaste natural debido a la biomecánica complicada de nuestra columna cervical.
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Prevención: Un estilo de vida activo
El estilo de vida moderno, marcado por horas frente a pantallas, es un enemigo de nuestro cuello. Para prevenir molestias, es esencial evitar posturas que promuevan ese dolor. Santomé aconseja que, si trabajas muchas horas en la misma posición, debes hacer pausas regulares y movilizar no solo el cuello, sino también tu cuerpo en su conjunto. Prueba levantarte y moverte en intervalos regulares.
Los tiempos de descanso son igual de cruciales. Intenta limitar la inclinación del cuello hacia el móvil y asegúrate de que tu almohada sea la adecuada para tu postura. La ergonomía en el lugar de trabajo también puede hacer una gran diferencia en prevenir este tipo de dolencias.
Los cuatro pilares para cuidar tu cuello
Según Rodríguez Peñas, para mantener el dolor cervical a raya debes:
- Reducir el Estrés: Un alto nivel de estrés puede afectar directamente a las estructuras del cuello.
- Seguir una Dieta Equilibrada: Una nutrición adecuada es clave en la prevención de diversas condiciones.
- Descansar lo Suficiente: El sueño y el descanso son fundamentales para la recuperación.
- Ejercitarse Diario: La movilización y fortalecimiento constante de las estructuras musculoesqueléticas son esenciales.
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Cuándo buscar ayuda profesional
El momento ideal para consultar a un médico o fisioterapeuta es al percibir los primeros síntomas. Esta será la base para un diagnóstico preciso y un tratamiento que aborde la causa del dolor desde el inicio.
Con información de Cuídate Plus