
London Bridge, el plan secreto si muere la reina Isabel ll
Existe un protocolo ya no tan secreto, que se pondrá en marcha en el instante mismo en que la reina muera, es la operación London Bridge.
La muerte de una persona siempre es complicada, avisar a la familia, planear un funeral en menos de 24 horas, sobrellevar el dolor que le llega al corazón de repente y probablemente el paso más difícil, seguir con nuestra vida. Realmente nada en la vida se puede planear y mucho menos podemos saber cuándo vamos a morir para poder adelantar los planes, pero esto no pasa cuando eres la reina de Inglaterra y la operación London Bridge.
Elizabeth Alexandra Mary Windsor tiene 94 años de edad y es la soberana que mas años ha estado en el trono de Inglaterra.
Después de que su tío, el rey Eduardo VIII, abdicara para poder contraer matrimonio con la estadounidense Wallis Simpson. Subió al trono el padre, el rey Jorge VI, convirtiendo así a Elizabeth en la heredera directa al trono.
Tras la muerte de su padre, el 6 de febrero de 1952, se convirtió en la soberana del Reino Unido y los reinos de la Commonwealth.
Desde hace 66 años Isabel ha sido la cabeza de la corona, con su hijo y sus nietos caminando siempre a su espalda. Ha vivido guerras, el paso de 12 primeros ministros, 6 papas en el vaticano y 13 presidentes de Estados unidos, su aliado más importante. Más que una soberana es uno de los símbolos más importantes y fuertes de Inglaterra, siempre presente, de pie y entera.
Pero el tiempo es un cruel enemigo que no perdona a nadie, ni siquiera a la monarca más longeva, por eso que existe un protocolo ya no tan secreto, que se pondrá en marcha en el instante mismo en que la reina muera, es la operación London Bridge.
La primera acción se dará por parte del secretario privado de la reina, si esto ocurriera el día de hoy sería responsabilidad de Sir Christopher Geidt, quien deberá llamar al primer ministro a través de una línea telefónica reservada y decir las siguientes palabras “London Bridge is down” que significa el puente de Londres ha caído.
La oficina del primer ministro debe dar la noticia a los líderes del parlamento y desde el Centro de Respuesta Global del ministerio de exteriores se comunicará con los 15 gobiernos en los que la reina es la cabeza del Estado así como los 36 países que conforman la Commonwealth.
La primera cadena televisiva y de radio en enterarse será la BBC quien a su vez, se encargará de dar el mensaje a los súbditos. Todas las transmisiones del país se interrumpirán al mismo tiempo, y en la pantalla aparecerá la leyenda “ This is BBC from London”.
Todos los programas en vivo recibirán la indicación de dar paso al broadcast directo de la BBC a través de las luces azules que se encienden en los foros ingleses en caso de catástrofe.
En este momento, un lacayo vestido de luto abrirá las puertas del palacio de Buckingham y colocará un aviso luctuoso que será posteado también en la pagina web y redes sociales.
El día siguiente de la muerte de la monarca su hijo, el príncipe Carlos, se convertirá en el nuevo Rey de Inglaterra con el nombre de Carlos III, cambiando así una vez más el himno a “Dios Salve al Rey” ese mismo día se espera un discurso de su parte para dar seguridad y alivio a su pueblo y será coronado tres meses después de la muerte de su madre.
Habrá un luto nacional de diez días, cinco de ellos estarán expuestos los restos mortales de la cabeza de la iglesia en el salón de la abadía de Westminster.
Pero no importa cuanta preparación exista, este suceso irá más allá de cualquier protocolo, una reina que a sus 91 años tiene una salud de hierro y una actitud maravillosa siempre presente en los actos públicos, incluyendo los pasados días en que tuvo la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Un suceso histórico que comenzará con una llamada y una frase. El puente de Londres parece estar más fuerte que nunca, pero no está de más prepararse para lo que de una u otra manera tarde o temprano ocurrirá.