Los tres hábitos de Arthur Brooks para ser feliz después de los 60
En lugar de concentrarnos en lo que hemos perdido o en lo que está por terminar, el autor nos invita a ver los 60 como una oportunidad de crecimiento personal y emocional.
Llegar a los 60 años puede generar sentimientos encontrados. Mientras algunos lo ven como el inicio de una etapa de declive, otros, como Arthur Brooks, lo perciben como una oportunidad para redefinir nuestra felicidad. Brooks, un experto en el estudio de la felicidad y autor de varios libros sobre el tema, sugiere que en esta edad es crucial reenfocar nuestra vida hacia metas más intrínsecas y valiosas. En lugar de concentrarnos en lo que hemos perdido o en lo que está por terminar, nos invita a ver los 60 como una oportunidad de crecimiento personal y emocional.
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Es natural que, al llegar a los 60, la realidad del envejecimiento se haga más evidente. Brooks explica que esta percepción del declive físico y la conciencia de la finitud de la vida pueden generar sentimientos de infelicidad. Sin embargo, el secreto está en cambiar nuestra perspectiva y entender que el valor de nuestra vida no reside en los logros externos, como la belleza o el estatus, sino en las conexiones emocionales, espirituales y personales que cultivamos.
En lugar de temer el paso del tiempo, Brooks sugiere que debemos adaptarnos a la nueva realidad con expectativas claras y realistas. A medida que el cuerpo envejece y nuestras capacidades físicas cambian, es fundamental aceptar estos cambios y concentrarnos en lo que aún podemos hacer para disfrutar de la vida.
Brooks no solo nos invita a cambiar nuestra mentalidad, sino que también propone tres hábitos clave que podemos adoptar para ser más felices a medida que envejecemos. Estos hábitos están diseñados para enfocarnos en lo que realmente importa y alejarnos de los pensamientos negativos que suelen acompañar esta nueva etapa.
Uno de los primeros cambios que debemos hacer, según Brooks, es abandonar las metas extrínsecas que dominan gran parte de nuestras vidas en la juventud. Cosas como el estatus social, la apariencia física y el éxito material pierden importancia a medida que envejecemos. En su lugar, debemos centrarnos en metas más intrínsecas y significativas, como:
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Uno de los consejos más importantes de Brooks es evitar los hábitos negativos que pueden afectar nuestra felicidad. La queja constante, el resentimiento o la autocompasión no hacen más que alejarnos de una vida plena. En cambio, es fundamental acercarnos a lo que nos hace bien y nos llena de energía positiva.
Para Brooks, uno de los aspectos más enriquecedores de esta etapa de la vida es la oportunidad de redescubrir nuestro propósito. Esto no significa buscar grandes logros o éxitos externos, sino más bien darle sentido a nuestras experiencias pasadas y aprender a vivir el presente con gratitud.
La felicidad, según Brooks, no es algo que simplemente sucede, sino algo que se construye conscientemente a lo largo de los años. A los 60, tenemos la oportunidad de redefinir nuestra vida y enfocarnos en lo que realmente importa. Al adoptar hábitos que fomenten la conexión emocional, el crecimiento personal y el propósito interior, podemos vivir esta etapa de manera plena y satisfactoria.
Con información de Cuerpo Mente