“Malos” hábitos infantiles que son saludables
Ser padre o madre es una actividad cansada... así que saber que ciertos "malos" hábitos infantiles pueden fortalecer su salud podría aliviarte un poco.
“Muchos padres se resisten a darle chupones a sus hijos porque es un hábito difícil de dejar, puede traer problemas dentales, y quienes apoyan la lactancia materna creen que el niño podría confundirse”, dice la pediatra Robin Jacobson.
Aunque son preocupaciones válidas, la Academia Pediátrica de Estados Unidos ha descubierto que el chupón puede ayudar a prevenir el Síndrome de Muerte Súbita Infantil.
El doctor Harvey Karp agrega que el chupón también ayuda a que el niño enfrente situaciones de ansiedad, y que las alteraciones dentales se desarrollan cuando los niños se chupan el pulgar.
“Por fortuna, aunque los chupones se usen por años, suelen causar pocos problemas a largo plazo”, afirma.
Los niños tocan absolutamente todo. Muchos padres temen que se llevarán muchísimos gérmenes a la boca y por eso constantemente están lavándoles las manos o aplicándoles gel antibacterial.
“Exagerar en el lavado de manos acaba con las bacterias que viven en la piel y que son responsables de prevenir las infecciones peligrosas”, dice la doctora Jacobson.
“Las mamás novatas suelen esterilizar todos los biberones y chupones, lo que impide que el bebé sea expuesto a los gérmenes que activarán y fortalecerán su sistema inmunológico.
Las botellas siempre deben lavarse, pero no tienen que esterilizarse después de cada uso”.
Los videojuegos se encuentran entre los pasatiempos infantiles con peor reputación: los padres temen que sus hijos terminen sufriendo Desorden Hiperactivo y Déficit de Atención o problemas en la vista. ¡Pero no son del todo malos!
La doctora Jacobson señala que los videojuegos pueden mejorar la coordinación entre ojos y manos. Dicho eso, recomienda que los padres se aseguren de que los títulos son apropiados para la edad de sus hijos y que limiten el tiempo durante el cual pueden disfrutarlos.
Claro, compartir demuestra empatía, pero eso no significa que sea la única conducta disponible. “Necesitan saber que sus juguetes sí son suyos”, dice Pedram Shojai, especialista en terapias alternativas.
“Se vale encontrar seguridad en saber que tus posesiones son tuyas. Los niños no deben ser obligados a compartir; basta con que sepan que pueden hacerlo si lo desean.
Esto les ayuda a definir límites y a que se vuelvan verdaderamente amables”. Por supuesto, si tu hijo se niega rotundamente a compartir, es una señal de que podría convertirse en un bully.
Como padre, una cosa que sí puedes hacer es compartir la comida con tus hijos. “Un poco de intercambio de gérmenes nos mantiene sanos, y brindarles una alimentación variada evitará que se vuelvan melindrosos y quisquillosos con la comida”, explica Shojai.
Es importante exponer a los niños a una amplia variedad de alimentos saludables desde muy pequeños.
Ya tendrás mucho tiempo para discutir con tus hijos sobre sus preferencias en moda. Pero por hoy, ¡deja que sean niños y desarrollen su propio estilo e identidad!
“Los niños necesitan expresarse y encontrar su lugar en el mundo. Su ropa puede servirles como un lienzo”, dice Shojai.
Mientras estén completamente vestidos y usen ropa apropiada para el clima y el lugar, permite que vistan como quieran.
Los padres siempre quieren rescatar a sus hijos, pero de vez en cuando hay que dejar que encuentren sus propias soluciones, ya sea que estén peleando con sus compañeros de juego o esforzándose en apilar bloques de construcción.
“Encontrarán su lugar natural en el grupo y probarán de forma natural su fuerza y sus límites. Los problemas comienzan cuando los protegemos absolutamente todo el tiempo”, agrega Shojai.
“Muchos padres novatos temen exponer a sus hijos a las mascotas, pero estudios recientes han demostrado que hacerlo antes de que su sistema inmunológico termine de desarrollarse podría reducir la posibilidad de que se vuelvan alérgicos a los animales“, dice la doctora Jacobson. De hecho, los perros también podrían disminuir el riesgo de que un niño se vuelva obeso.
De acuerdo con la doctora Jacobson, hacerlo fortalece los músculos de la boca, lo cual mejora el habla y reduce el babeo. Utiliza un popote reusable, ya que los que están hechos de plástico son malos para el planeta.
Cuando un niño es mandón, los padres se preocupan por cómo afectará sus posibilidades para hacer amigos y conservarlos. Pero no hay por qué preocuparse.
De acuerdo con la doctora Jacobson, los niños mandones saben comportarse en ciertas situaciones y podrían convertirse en futuros líderes. ¡Es un hábito “malo” del que puedes sentirte bien!
Son dos problemas muy comunes entre los niños más pequeños. “Pero en muchos casos, solo son la forma en la cual intentan comunicarse”, explica la doctora Jacobson.
Si bien los padres no deben permitir que sus hijos muerdan y peguen, en lugar de regañarlos o gritarles necesitan descubrir qué están tratando de decirles.
“Algunos padres les enseñan lenguaje de señas a sus hijos: así no necesitarán recurrir a conductas negativas para llamar su atención”.
“Hacerlo fortalece los músculos posturales, el arco del pie y nuestra conexión con el planeta”, dice Shoji. “También es una base indispensable para una buena ortopedia y para tener bacterias saludables en la piel”.
Recuerda: sobre la tierra está bien, sobre el cemento no es recomendable.
“Quizá creas que el que no se separe de su muñeco favorito está promoviendo una dependencia excesiva. En realidad, es su primera relación ‘al exterior’ basada en el amor y la seguridad“, dice el doctor Karp.
“Solo asegúrate de tener dos muñecos por si uno se pierde, y altérnalos para que tengan el mismo olor y sensación. De no ser así, te parecerán idénticos pero tu hijo sabrá, con horror, que ha recibido uno nuevo”.
El doctor Karp añade que se les llama “objetos de transición” porque son la primera “relación” del niño que conecta a su familia con el mundo exterior.
“Aunque tu hijo parezca depender demasiado de su juguete, este hábito le ayudará a adquirir experiencia al cuidar a su ‘primer amigo'”.
Ahora ya sabes lo que los especialistas dicen respecto a estas actitudes que tu hijo tiene. No todas las reacciones son malas o tienen un significado negativo.
Tomado de Reader’s Digest