Mexicanos, muy estresados por Covid-19, según estudio
El aislamiento generado por el Covid-19, genera más tensión por el tema económico, la situación laboral, el ingreso diario y el riesgo de infección.
Los mexicanos se encuentran por arriba de la media y cercanos a los niveles altos de estrés según una serie de parámetros mundiales, reveló COVIDiSTRESS Global Survey, una iniciativa que recaba experiencias, conductas y actitudes personales alrededor del orbe durante la pandemia del virus Covid-19.
En este proyecto de psicología colaborativa bajo circunstancias extremas —en el que intervienen expertos de más de 40 naciones— participaron seis mil 424 mexicanos del 30 de marzo al 27 de abril del 2020.
Este sondeo pretende conocer los efectos sobre el estrés y otros elementos de la salud mental, a través de 44 países, de las situaciones derivadas de la pandemia de Covid-19, así como la documentación del cumplimiento de las normas establecidas para evitar la propagación del coronavirus y la medición de la confianza en organismos gubernamentales y las acciones preventivas.
Las mujeres experimentan más tensión física que los hombres, mientras que quienes se identifican en forma no binaria registraron categorías aún más altas en relación con los grupos anteriores.
En el contexto del confinamiento, ellas enfrentan una doble jornada y la presión de llevarla a cabo en condiciones muy complicadas, lo que no significa que los varones no se estresen, sino que la carga es distinta para cada sector, ya que hay un punto previo de malestar y afectación por razón de género.
Existe ‘una correlación negativa’ entre estrés y edad. Los jóvenes de alrededor de 20 años, que son la mayoría, reportaron un grado superior que va descendiendo con los años.
Las personas de 65 años tienen un puntaje sensiblemente más bajo en la escala utilizada y esto puede obedecer a que la gente de más edad está menos interesada en lo que circula en las redes sociales o en las noticias del día a día y tienen más apoyo social, entre otras razones de tipo sociocognitivo, aunque esto cambió una vez que se supo de las secuelas económicas y laborales del encierro.
La condición socioeconómica corresponde con la preocupación por la pandemia. Aquellos de estrato bajo no mostraron tanta ansiedad, lo cual podría deberse a que no están informados, consideran el Covid-19 una historia de la televisión o están más intranquilos por otros problemas en su vida cotidiana.
En cuanto al aislamiento generado por el Covid-19, 66.5 por ciento que se declaró en esa condición percibe mayor estrés que el dos por ciento que seguía su vida sin cambios.
Los mexicanos refirieron más tensión por el siguiente orden de asuntos:
Respecto a la confianza en organismos, los mexicanos dijeron que es alta en relación con la Organización Mundial de la Salud, menor en las instituciones mexicanas –con la Secretaría de Salud y la policía como los organismos nacionales con más y con menos credibilidad, respectivamente– y media baja en el esfuerzo del gobierno para controlar el Coronavirus.
La certidumbre es uno de los elementos que reducen el estrés o la inseguridad en los planos personal, familiar y comunitario, por lo tanto, mientras más confianza existe en las instituciones la gente se siente más protegida.
En un rango del 1 al 6, el grueso de los encuestados afirmó que hace lo posible por mantenerse fuera del espacio público, pero en comparación con el resto del mundo, en México se observa un grado moderado de ansiedad.
Con la respuesta anónima de 158,771 personas hasta la fecha referida, este trabajo fue difundido en portales web, redes sociales y medios de comunicación de cada una de las instituciones organizadoras.
La muestra arroja hallazgos que ofrecen una panorámica inicial del rango de estrés percibido en la población mexicana por sexo, edad y condición de aislamiento, así como un comparativo con otras sociedades a partir de datos demográficos, preocupación por las consecuencias de la pandemia, estrategias de afrontamiento, confianza en las autoridades y cumplimiento de las disposiciones de distanciamiento social.
El ejercicio sigue abierto, así que quien desee puede contestar el sondeo con el fin de lograr mediciones separadas en el tiempo para ver cómo evolucionan en el micrositio los índices de estrés conforme transcurre la emergencia por la Covid-19.
Fuente: Universidad Autónoma Metropolitana