¿Miedo o incomprensión de las matemáticas? Razones por las que las evitamos
Las matemáticas no tienen que ser una fuente de miedo o frustración. Con el enfoque correcto y el apoyo adecuado, todos pueden aprender a apreciar y comprender esta fascinante disciplina.
Las matemáticas, esa ciencia exacta y lógica que nos acompaña desde la infancia, suele despertar en muchos de nosotros una mezcla de respeto y temor, que incluso nos orilla a evitarlas. Pero ¿a qué se debe este rechazo hacia los números? En este artículo te lo contamos, así que sigue leyendo.
¿Cuántas veces han escuchado decir: “las matemáticas no son lo mío, prefiero las letras”? Probablemente ustedes lo han dicho más de una vez.
Y es que desde la aritmética básica hasta las ecuaciones complejas, la posibilidad de errores y la frustración ante el desafío intelectual pueden generar una ansiedad matemática que afecta no solo a estudiantes de todas las edades, sino también a la mayoría de los adultos. ¿Realmente se debe a un temor o un aprendizaje deficiente y poco funcional de las matemáticas?
La actitud del mexicano ante las matemáticas y sus consecuencias
En México, de acuerdo a un informe de la empresa Rebold realizado sobre sus usuarios digitales, el 67% manifestó “odiar” o no comprender las matemáticas desde la primera infancia. Este sentimiento se mantiene a lo largo de la vida, ya que, a pesar de considerarlas como parte primordial de la vida, el 45% sigue sin tener afinidad con esta ciencia.
Es más, parece que los mexicanos tenemos como deporte nacional huir de las matemáticas, ya que solo 1 de cada 100 estudiantes tiene un nivel alto de competencia en este campo y 56% mantiene un nivel bajo de conocimiento en la materia, según los últimos resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE.
No obstante, en la actualidad las profesiones que suponen manipular números o datos duros son de las más demandadas por las empresas, además de que suelen figurar entre las que mejor salario perciben. Por ejemplo: ingenierías, informática y programación, ciencia de datos, negocios internacionales, etc.
Las verdaderas razones por las que huimos de las matemáticas
Miedo a lo desconocido. Quizá esta sea la frase que describa mejor por qué evitamos las matemáticas, pues se resume en un temor a evidenciarnos por cometer errores debido al poco dominio o destreza en la materia, considerada la ciencia exacta por excelencia.
Sin embargo, hay situaciones muy específicas que propician ese miedo y gusto por aprender matemáticas; aquí algunas de ellas.
Estigmas sociales
Desde la niñez nos llegan mensajes desalentadores: “las matemáticas son para los inteligentes”, “si no eres bueno en matemáticas, no podrás triunfar“. Estas creencias limitantes generan una profecía autocumplida: si creo que no soy bueno, no me esforzaré y, por lo tanto, no mejoraré.
Falta de motivación
La enseñanza tradicional de las matemáticas suele ser abstracta, carente de contexto y aplicación práctica. Los estudiantes –(los adultos también)–, no encuentran sentido en lo que aprenden, lo que desmotiva y apaga su interés. Se nos priva de la posibilidad de aprender jugando, explorando y descubriendo conceptos a través de experiencias lúdicas.
Fantasma del error
Cada fallo matemático se percibe como un fracaso personal. La idea de cometer un error nos paraliza y nos impide avanzar, creando una espiral de ansiedad y desconfianza en nuestras propias habilidades.
Malas experiencias
Un profesor brusco, una humillación pública, un examen mal calificado, unos papás que en lugar de ayudar nos causaron más temor, etc… Las experiencias negativas con las matemáticas pueden dejar cicatrices emocionales profundas, creando una asociación entre esta materia y el fracaso, la vergüenza y la frustración.
La desconexión con la vida real
Percibimos las matemáticas como una abstracción sin utilidad práctica. No se nos muestra cómo los principios matemáticos se encuentran presentes en el mundo que nos rodea y cómo pueden ser aplicados para resolver problemas cotidianos.
¿Cómo superar estos miedos?
Cambia la perspectiva: Las matemáticas no son un enemigo, sino una herramienta poderosa para comprender nuestro mundo.
Busca ayuda: Un profesor inspirador, un tutor paciente o métodos como el de Kumon no solo pueden ayudarte a redescubrir la belleza y la lógica de las matemáticas, sino a tener más habilidades de cálculo mental, mayor concentración y mejor pensamiento crítico.
Practica con regularidad: La clave para dominar cualquier habilidad es la práctica constante. Dedica tiempo cada día a resolver problemas matemáticos.
No te rindas: Los errores son parte del proceso de aprendizaje. No te desanimes si cometes errores, úsalos como una oportunidad para aprender y mejorar.
Celebra tus logros: Reconoce y festeja tus avances sin importar cuán pequeños sean. Eso te mantendrá motivado en tu camino hacia el dominio de las matemáticas.
Es fundamental cambiar la forma en que se enseña y se aprende matemáticas. Necesitamos un enfoque que fomente la curiosidad, la creatividad y la confianza en las propias capacidades tanto de niños como de adolescentes y adultos. Así que te invitamos a conocer más sobre el modelo educativo de Kumon y todo lo que puede ofrecerle tanto a tus hijos como a ti como adulto.
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Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.