Pasar horas frente al celular, la computadora o la tablet se ha vuelto parte de la rutina diaria. Por eso, elegir entre modo oscuro o modo claro ya no es solo una cuestión estética: influye en cómo percibimos la información, en el cansancio visual e incluso en el estado de ánimo.
Un estudio reciente de Mondragon Unibertsitatea, en España, analizó cómo reaccionan las personas ante ambas configuraciones y qué dice esa elección sobre la manera en que procesamos los estímulos digitales.
Tu preferencia frente a la pantalla podría estar relacionada con tu bienestar visual y emocional.
Qué descubrió la ciencia sobre el modo oscuro y el modo claro
Los investigadores presentaron distintas interfaces de uso cotidiano —como Google, YouTube o Instagram— en sus versiones clara y oscura a más de 140 participantes.
Los resultados fueron sorprendentes:
- De forma inconsciente, la mayoría asoció el modo claro con sensaciones positivas como orden, profesionalismo y seguridad.
- Sin embargo, al preguntar directamente, el modo oscuro ganó terreno por razones más emocionales, como estilo, elegancia o modernidad.
Las mujeres mostraron una leve preferencia por las pantallas claras, mientras que los hombres se inclinaron más por las oscuras. Esta diferencia, aunque sutil, revela que la elección también puede tener un componente cultural y psicológico.
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¿Moda digital o necesidad real?
El auge del modo oscuro se ha popularizado en aplicaciones de entretenimiento y redes sociales. Su atractivo no es casual:
- Reduce el brillo y resulta más cómodo en ambientes con poca luz.
- Hace que las imágenes y los videos destaquen más.
- En pantallas OLED, puede incluso ahorrar batería.
No obstante, el modo claro continúa siendo el preferido en ámbitos profesionales —como educación, salud o finanzas—, ya que transmite claridad, transparencia y confianza.
Los expertos coinciden: no existe un modo “mejor” para todos, sino que depende del contexto y del momento del día. Durante el día, el fondo claro favorece la legibilidad; por la noche, el oscuro reduce el deslumbramiento y mejora la relajación visual.
Cómo elegir el modo más saludable para ti
Si pasas muchas horas frente a pantallas, considera estos consejos:
- Alterna según la hora: usa el modo claro durante el día y cambia al oscuro en la noche.
- Regula el brillo: no lo dejes en automático; ajusta según tu entorno.
- Descansa la vista: aplica la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mira un objeto a 6 metros durante 20 segundos).
- Prioriza el confort: elige la opción que te permita leer sin esfuerzo y te genere menos tensión ocular.
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Más allá de la estética: una cuestión de bienestar digital
Nuestra relación con la tecnología también refleja cómo nos cuidamos. Escoger entre el modo claro y el oscuro es, en el fondo, una forma de autorregular nuestro entorno visual y emocional.
No se trata solo de estilo o moda, sino de crear una experiencia más amable con nuestros sentidos.
Después de todo, cada pantalla que usamos influye, aunque no lo notemos, en nuestra energía, concentración y descanso.
Así que la próxima vez que tu teléfono te pregunte qué modo prefieres, recuerda: tu elección dice más de ti de lo que imaginas.