El nanche, también conocido como nance, manzanito, molcol, chengua, changunga, ciruelillo o canelillo, es un pequeño fruto que conquista no solo por su sabor agridulce y su jugosa pulpa, sino también por los numerosos beneficios que aporta a la salud.
Su riqueza en fibra, vitamina C y carotenoides como la luteína y la zeaxantina lo convierte en un aliado valioso para el bienestar general del organismo.
Un fruto pequeño con una gran historia:
Su nombre proviene del náhuatl nan-tzin, nombre de la diosa Tonantzin o Cihuacoatl, que significa “madre”. El fruto pertenece al árbol del mismo nombre, que es un árbol pequeño de forma torcida, que crece en toda la América tropical (especialmente en Centroamérica, Sudamérica y también en diversas regiones de México).
En México, su cultivo puede encontrarse en los estados sureños del país, desde Michoacán hasta Chiapas, Yucatán y Quintana Roo (sureste). Se lo considera adecuado para la restauración de tierras infértiles y aquellas empobrecidas por la quema.
Su versatilidad lo convierte en un ingrediente ideal para crear delicias que deleitarán a todos.
Imagina saborear refrescos embotellados con el toque exótico del nanche, o ates, mermeladas y almíbares que capturan su esencia dulce y acidulada. ¿Te gustan los postres? El nanche es perfecto para helados, cremas, gelatinas, pasteles y paletas frías.
Y si buscas un toque especial en tus ensaladas, ¡no dudes en agregar nanche! También puedes disfrutarlo encurtido, o si te sientes creativo, puedes incorporarlo en platillos tradicionales o creaciones de confitería.
Pero las sorpresas no terminan ahí. Con el nanche también se preparan bebidas fermentadas como el “Licor de nanche”, una explosión de sabor que te transportará a los trópicos.
Refuerza tu cuerpo como un escudo protector: Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales esenciales, como si fueran un ejército de defensas para tu organismo. Ayudan a mantener tu sistema inmunológico fuerte y preparado para combatir cualquier ataque, asegurando el buen funcionamiento de diversas funciones corporales. ¡Come sano y vive más fuerte!
Un corazón feliz, un cuerpo contento: Olvídate de las preocupaciones por las enfermedades cardiovasculares. Las frutas y verduras están llenas de antioxidantes, que son como pequeños escudos para tu corazón. Estos antioxidantes combaten a los radicales libres, previniendo enfermedades y manteniendo tu corazón sano y feliz por más tiempo. ¡Come por tu corazón!
Adiós estreñimiento, hola digestión feliz: Dile adiós a los problemas digestivos con las frutas y verduras. Su alto contenido en fibra te ayuda a tener un tránsito intestinal regular y fluido, como si fuera un río que fluye sin problemas. Además, contribuyen a tener un sistema digestivo saludable y fuerte, para que puedas disfrutar de tu comida sin molestias. ¡Come sano y dile adiós al estreñimiento!
Ya conocías esta fruta. ¿Te gusta? ¿Cómo prefieres consumirla?
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