La ley del trabajo mexicana contemplaba que, tras tres faltas injustificadas en un periodo de 30 días, el patrón tenía derecho a despedir al empleado.
¿Te imaginas enfrentar un tratamiento de cáncer en la soledad de un hospital, sin nadie a tu lado, ni siquiera tus padres? Ahora imagínate el mismo escenario, pero quien permanece meses en una cama hospitalaria es un niño de cuatro años.
“Ningún niño en México vivirá su lucha sin sus padres a su lado gracias a una iniciativa de la sociedad civil que logró la modificación de la legislación mexicana. Esto es un ejemplo de que podemos empoderarnos para exigir y para lograr beneficios para quienes no tienen voz” enfatiza Teresa Toca, miembro de Cáncer Warriors de México, una organización sin fines de lucro que tiene como misión principal incidir en políticas públicas de salud con presentación de iniciativas y reformas legislativas para contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de pacientes con cáncer y sus familias.
En 2015 Kenji López Cuevas fundó Cáncer Warriors de México tras vivir de manera cercana un caso de cáncer en su círculo familiar directo.
Tras identificar la falta de regulación legal-laboral que afectaba a los padres y madres trabajadores con un hijo diagnosticado con cáncer, la organización dio a conocer esta situación públicamente en 2017.
“La ley del trabajo mexicana contemplaba que, tras tres faltas injustificadas en un periodo de 30 días, el patrón tenía derecho a despedir al empleado; por supuesto que nuestra legislación no contemplaba que los padres pudieran acudir al hospital a cuidar a su hijo” recuerda Toca.
En 2018 presentaron un proyecto de iniciativa de reformas legales. La iniciativa logró 400,000 firmas en la plataforma Change.org y obtuvo la aprobación unánime del Congreso mexicano.
En junio de 2019 dicha iniciativa —ya como decreto— se promulgó y se publicó en el Diario Oficial de la Federación. El decreto reformó tres leyes federales:
Estos cambios lograron el otorgamiento de licencias laborales a cerca de 10,000 madres y padres trabajadores de menores diagnosticados con cáncer. Los padres o madres favorecidos reciben el 60 por ciento de su salario como subsidio.
Según un estudio de impacto presupuestal estas licencias se pueden otorgar a 9,500 padres trabajadores con el 60 por ciento de su salario, lo que significa 450,000,000 anuales, es decir, el 0.004 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación del Ejercicio Fiscal del 2018.
“Es una cantidad mínima del presupuesto y para estas familias es una gran diferencia; además, no son todas al mismo tiempo” explica Teresa Toca. Además, asegura, el 60 por ciento de los beneficiados son personas que viven en pobreza.
Estas licencias (que van de 1 a 28 días) son prorrogables hasta por 365 días, que no tienen que ser continuos y abarcan un periodo de tres años, que es lo que puede llegar a durar un tratamiento oncológico.
“Es un logro inmenso, pues al perder el trabajo perdían la seguridad social, así que los niños ya no podían recibir atención hospitalaria. Ayuda enormemente a la merma económica que se vive en esos hogares” agrega.
Para iniciar el trámite —muy sencillo y amigable— se le debe solicitar al profesional de la salud la licencia LSS140-Bis; de ahí el trabajador acude al módulo más cercano para que de alta la cuenta donde se le depositará el salario y luego le presenta al patrón la licencia para justificar la ausencia.
“No me puedo imaginar luchar contra el cáncer sin nadie a tu lado, así que ahora los padres deben saberlo para que ejerzan su derecho; además, esta lucha nos ha enseñado que la sociedad unida puede ganar batallas fundamentales” finalizó Teresa Toca.
