Si tiene una afección médica grave que afecta tu tracto gastrointestinal, es posible que necesites una ostomía. Esta intervención puede cambiarte la vida y, en algunos casos, salvarte la vida. Se estima que al menos 100,000 personas en México viven con esta condición.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) incluye condiciones en las que el sistema inmunitario ataca por error a los intestinos, desencadenando la inflamación de los tejidos. Existen dos tipos principales de EII: la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn. Actualmente, hay muchos medicamentos disponibles para tratar con éxito la EII, que ayudan a calmar la inflamación, reducir síntomas y mejorar la calidad de vida.
La ostomía es un término médico que designa una cirugía que modifica la forma en que la orina o las heces salen del cuerpo. Este artículo se centrará en los procedimientos de ostomía relacionados con las heces.
Durante un procedimiento de ostomía, el cirujano conecta el intestino delgado o grueso a un estoma, o abertura, en la pared abdominal. Esto permite que los desechos salgan del cuerpo sin pasar por parte del tracto digestivo. En lugar de salir a través del ano, las heces se acumulan en una bolsa especial ubicada dentro o fuera del abdomen. Una ostomía puede ser temporal o permanente.
Una ostomía puede ser necesaria si una lesión o enfermedad impide que los desechos salgan del cuerpo. Ejemplos incluyen:
En algunos casos, la ostomía puede revertirse una vez que se completa el tratamiento de la afección subyacente o se ha curado la lesión.
Existen dos tipos principales de ostomías: colostomía e ileostomía. El cirujano recomendará una u otra según la parte del intestino afectada.
Durante esta cirugía, se extraen partes enfermas o dañadas del colon (intestino grueso), y la porción restante se desvía a través de una abertura en la pared abdominal.
Con esta cirugía, se extraen las partes enfermas o dañadas del íleon (intestino delgado), y la parte restante se redirige a una abertura en la pared abdominal.
Una enfermera le explicará todo lo que necesita saber sobre los cuidados posoperatorios (incluido el funcionamiento de la bolsa de ostomía) antes de que abandone el hospital. Permanecerá en el hospital entre tres y diez días después del procedimiento, y generalmente le enviarán a casa una vez que las heces comiencen a salir a través del estoma.
Un problema común es la pérdida de desechos corporales. Un estudio indica que aproximadamente el 14 % de los pacientes con ostomía informan pérdidas al menos una vez a la semana. Para reducir esto, siga las instrucciones de cuidado proporcionadas por su enfermera.
Las bolsas de ostomía están diseñadas para contener olores, pero estos pueden ser normales al vaciar la bolsa. Los desodorantes específicos para bolsas de ostomía pueden ayudar.
Puede viajar con una bolsa de ostomía. Lleve el doble de suministros de los que normalmente necesita y considere descargar tarjetas de comunicación para informar discretamente al personal del aeropuerto sobre su condición.
Una ostomía puede dificultar la absorción de medicamentos. Informe a sus médicos y farmacéuticos sobre su cirugía para asegurarse de recibir la forma adecuada de los medicamentos.
Puede resultar más difícil absorber nutrientes como la vitamina B12, lo que puede llevar a anemia. Consulte a su médico sobre la necesidad de suplementos.
La comunicación abierta con su pareja es fundamental. Las relaciones sexuales no dañarán su estoma, pero algunas posiciones pueden ser más cómodas.
Las personas con una ostomía pueden realizar todas las actividades que hacían antes de la cirugía. Si practica deportes de contacto, considere comprar un protector de estoma.
Estos recursos pueden facilitar la vida con una ostomía:
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