El paisaje urbano de la ciudad está cambiando. Avenidas, parques y glorietas que alguna vez estuvieron adornadas por majestuosas palmeras ahora lucen desoladas. Lo que comenzó como un problema aislado se ha convertido en una crisis que amenaza con desaparecer estas icónicos árboles de la CDMX.
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Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), desde 2011 las palmeras de la capital han estado muriendo a un ritmo alarmante. Para 2021, ya se habían retirado 500 palmeras de Paseo de la Reforma, y la situación no ha mejorado.
Palmeras CDMX: Un legado que se desvanece
Las palmeras, especialmente las de la especie Washingtonia y Palma Canaria, llegaron a la CDMX en la década de 1940, durante el gobierno de Miguel Alemán. Inspirado por los paisajes de Beverly Hills, el entonces presidente decidió replicar ese estilo en la capital. Sin embargo, lo que comenzó como un capricho decorativo se ha convertido en un problema ecológico de grandes proporciones.
El caso más emblemático es el de la Palma de la Glorieta de la Palma, que fue retirada en abril de 2022 después de más de cien años en ese lugar. La razón: una plaga de hongos y bacterias que acabó con su vida. Este no es un caso aislado. En 2021, un estudio reveló que el 30% de las 15,000 palmeras de la ciudad sufría de plagas y enfermedades.
Los enemigos invisibles: Hongos y fitoplasma
Según el arborista José Carlos Martínez, director de innovación de Reforestamos México, las palmeras están enfrentando dos grandes enemigos: los hongos y el fitoplasma, una bacteria que invade los árboles y se contagia a través de insectos como las chicharras.
- Hongos: Se han identificado al menos 11 tipos de hongos que afectan a las palmeras, entre ellos el Fusarium solani y el Fusarium oxysporum, que causan el marchitamiento de las plantas.
- Fitoplasma: Esta bacteria no tiene cura y provoca enfermedades como el amarillamiento del cocotero y el anillo rojo.
Además, el cambio climático y el estrés hídrico han debilitado a las palmeras, haciéndolas más susceptibles a estas enfermedades.
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El impacto en el paisaje urbano
En lugares como Avenida Universidad, que atraviesa la colonia Narvarte Poniente, el cambio es evidente. Hace apenas cuatro años, el camellón lucía repleto de palmeras de hasta 20 metros de altura. Hoy, la mayoría están muertas, y lo único que queda son sus troncos, ya sin posibilidades de reverdecer.
Este panorama se repite en colonias como Polanco, Del Valle y Coyoacán, donde las palmeras fueron introducidas como un elemento decorativo sin contemplar su adaptación al entorno.
¿Cuántas palmeras están en peligro?
De acuerdo con la Sedema, en las alcaldías de Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán hay censadas 12,302 palmeras. Casi la mitad de ellas (6,000) han recibido algún tipo de tratamiento, pero muchas siguen deteriorándose. Hasta ahora, 10,522 han sido podadas y 828 han sido derribadas.
¿Cómo identificar una palmera enferma?
El principal síntoma de enfermedad es el amarillamiento de las hojas, especialmente si comienza desde la parte superior de la copa. En condiciones normales, las hojas inferiores pueden tornarse amarillas antes de caer, pero cuando las hojas superiores mueren primero, es una señal de alerta.
El futuro: Sustitución por árboles nativos
Ante la imposibilidad de salvar a todas las palmeras, las autoridades están optando por sustituirlas con árboles nativos mejor adaptados al clima de la CDMX. La Sedema ya ha anunciado que retirará 5,000 ejemplares y plantará especies como el ahuehuete y el fresno.
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El papel de la ciudadanía
José Carlos Martínez hace un llamado a los ciudadanos para que observen y cuiden los árboles de su entorno. “Es importante que como ciudadanos nos capacitemos y sepamos qué árboles tenemos, cómo son y qué enfermedades pueden presentar”, afirma.
Conclusión
Las palmeras de la CDMX están desapareciendo, pero su legado no debe ser olvidado. Este problema nos recuerda la importancia de elegir especies adecuadas para nuestro entorno y de cuidar el medio ambiente. Aunque las palmeras podrían no volver, su historia nos deja una lección valiosa sobre la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
Con información de Chilango y La Razón