¿Por qué importa el etiquetado de alimentos procesados?
La información en los envases es la única herramienta que tiene el consumidor para conocer el contenido de los productos ultra procesados.
La información en los envases es la única herramienta que tiene el consumidor para conocer el contenido de los productos ultra procesados y es relevante para la prevención de padecimientos.
En 2013 México ocupó el primer lugar en venta per cápita de productos ultra procesados, una tendencia generalizada en América Latina; la contribución de azúcar, grasas saturadas y sodio de estos alimentos excede las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tienen contenidos altos en nutrientes críticos, así que es fundamental que México aplique criterios estrictos y apegados a las recomendaciones internacionales en el etiquetado de alimentos procesados, incluido el modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) creado por especialistas de América Latina y Estados Unidos para determinar los límites de productos críticos.
Esa es la postura de los investigadores Katia García Maldonado y Claudia Nieto Orozco durante el Coloquio El etiquetado frontal de los alimentos procesados, ¿en la dirección correcta?, realizado en la Unidad Xochimilco en la Universidad Autónoma Metropolitana.
Se necesitan criterios más estrictos y que el rotulado de advertencia sea elaborado con base en el perfil de los mexicanos –con índices elevados de hipertensión y tendencia a la diabetes y obesidad– y establezca parámetros límite de contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas y calorías, considera Nieto Orozco, investigadora en el Centro de Investigación de Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
La información al frente de los envases es relevante para la prevención de padecimientos y es la única herramienta que tendría el consumidor para conocer el contenido de productos ultra procesados, ya que las Guías Diarias de Alimentación (GDA) desplegadas en la actualidad no fueron diseñados por expertos ni parten de evidencias científicas, puntualizó García Maldonado, doctorante en Ciencias en Salud Colectiva.
“Estas guías fueron inicialmente propuestas por la propia industria de alimentos y bebidas, y luego las retomó el gobierno e hizo obligatorias, pero no hubo una investigación profesional y los criterios nutrimentales que guían la regulación fueron elaborados por abogados”.
Los etiquetados de advertencia que ya se están instrumentando en Chile y Perú –y próximamente en Uruguay y México– son sellos octagonales negros con leyendas que advierten sobre el contenido de nutrientes críticos presentes en productos ultra procesados.
Una evaluación realizada por el Ministerio de Salud de Chile muestra que más de 90 por ciento de la población ha sido influenciada en su decisión de compra al ver estos sellos.
En mayo de 2019 la OPS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia instaron a México a construir directrices a partir de las experiencias en otros países para aplicar leyendas de advertencia.