A nivel mundial, cerca de 50 millones de parejas sufren de infertilidad, definida como la incapacidad de una pareja de concebir luego de 12 meses de relaciones sexuales sin protección, y seis meses en los casos en los que la mujer tenga 35 o más años.
Esta situación afecta tanto a hombres como a mujeres: entre el 20 y el 35% de los casos están relacionados a circunstancias de la mujer, entre el 20 y 30% a circunstancias del hombre, y entre el 25 y 40% se debe a un problema conjunto.
En México, se calcula que más de 5 millones de parejas han sufrido infertilidad en algún momento de su vida reproductiva. Factores como posponer el embarazo hasta una edad avanzada, enfermedades de transmisión sexual, polución ambiental, obesidad, consumo de sustancias nocivas como el cigarro, alcohol, drogas e incluso usar métodos anticonceptivos indiscriminadamente, pueden ser factores que lo propicien.
Actualmente existen diversos métodos para poder contrarrestar este padecimiento. Como lo explican el Doctor Rodrigo Ayala Núñez y el Doctor Aquiles R. Ayala Ruiz en su libro: ¿Por qué no puedo embarazarme? publicado por Early Institute, lo más importante es tener un buen diagnóstico mediante un historial clínico completo, pues el primer paso en la atención del problema es reconocer que existen dificultades o limitaciones para lograr un embarazo.
La infertilidad es una situación que genera angustia y estrés en la pareja, por lo que debe atenderse el problema de origen y sus efectos. Uno de los temas que se abordan en éste libro, es que la mayoría de las parejas acuden a un ginecólogo cuando consideran que tienen problemas de fertilidad, y lo más adecuado es acudir en primera instancia con un médico especialista en endocrinología y después con un gineco-obstetra, así, el primero, dará una visión integral del estado de salud de la pareja; y el segundo, se enfocará en determinar lo que se necesita para lograr la fertilización y dar seguimiento al embarazo.
Sin embargo, hay parejas que recurren directamente a las técnicas de reproducción humana asistida (TRHA), a pesar de que éstas se enfocan en sustituir el proceso de reproducción natural sin curar la infertilidad. Estos procedimientos, además de ser complejos y costosos, sus tasas de éxito son únicamente entre el 20 y el 40% de los casos.
Además, se ha demostrado que las TRHA, en particular la fertilización in vitro, pueden causar problemas de retardo en el crecimiento intrauterino y partos prematuros, así como una alta probabilidad de malformaciones congénitas y lesiones neurológicas en los bebés.
En su libro, el Doctor Rodríguez y el Dr. Aquiles mencionan que existen otras alternativas para encontrar solución mediante procedimientos terapéuticos no invasivos y lograr un embarazo, métodos que no dañan la salud física y emocional de las personas que los utilizan, y tampoco generan efectos secundarios.
Estas técnicas ayudan a la paciente a reconocer su entorno hormonal y ginecológico, así como a detectar irregularidades o problemas en su salud sexual y reproductiva que, atendidas correctamente, pueden desaparecer. De hecho, estos procedimientos tienen una tasa de embarazo mucho mayor al de las TRHA, por arriba del 85%.
Para conocer estas técnicas más efectivas, te invitamos a descargar el libro ¿Por qué no puedo embarazarme?
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La Mtra. Adalia Contreras Díaz, colaboradora de Early Institute
