Si lo que buscas es sacarle el mayor provecho a la consulta con el experto, vale la pena que dediques un poco de tiempo a prepararte.
Cuanta más información puedas darle sobre tus problemas de sueño, más fácil le será hacer un diagnóstico preciso.
Para ello, responde estas preguntas con la mayor honestidad, precisión y detalle que te sea posible. Anota tus respuestas y compártelas con el doctor cuando llegue el momento de verlo.
¿Te resulta difícil conciliar el sueño?
¿Te despiertas durante la noche? ¿Cuántas veces? ¿Por cuánto tiempo?
¿Cuánto tiempo tardas en conciliar el sueño?
¿Cuántas horas duermes en promedio durante la noche?
¿Cuándo notaste por primera vez que tenías un problema?
¿Cuál piensas que podría ser la causa del mismo?
¿Has encontrado algo que te ayude a dormir mejor?
¿Hay algo que hace que dormir te resulte más difícil?
¿Con qué frecuencia tienes problemas para dormir? ¿Todas las noches? ¿Solo durante la semana? ¿Solo los fines de semana?
¿El cambio de horario parece afectarte más que a otras personas? ¿Qué sucede cuando viajas a través de varios husos horarios?
¿A qué grado se ve afectada tu vida diaria por tus problemas de sueño? (Refiérete al trabajo, a la vida familiar, y a tus relaciones interpersonales).
¿Hay algún otro síntoma? Por ejemplo: ¿experimentas necesidad de levantarte a orinar durante la noche? ¿Presentas sudoración nocturna, cansancio durante el día, problemas digestivos, dolor en alguna parte del cuerpo?
¿Qué has intentado hasta ahora para mejorar tu calidad de sueño?
¿Consumes alcohol o cualquier producto o bebida con cafeína?
¿Fumas? ¿Lo haces para ayudarte a conciliar el sueño?
¿Estás tomando algún medicamento? ¿Qué tipo y en qué dosis?
¿Qué productos de venta libre utilizas? (Recuerda incluir complementos vitamínicos, remedios herbolarios y naturistas, medicamentos homeopáticos, etc.).