Brillante, listo o sabelotodo son solo algunas formas en las que la gente define la inteligencia. Algunas hasta agregan la palabra ‘genialidad’ a la lista. Los médicos tienen sus propias definiciones, también. Según Judy Ho, doctora y neuropsicóloga, una persona inteligente es tradicionalmente aquella con una habilidad intelectual extrema y un alto coeficiente intelectual.
Sin embargo, dice ella, estas pruebas no siempre toman en cuenta todo lo que implica ser inteligente, pues la creatividad en la resolución de problemas, por ejemplo, es difícil de medir. Definir la inteligencia no es tan sencillo, pero en lo que sí podemos coincidir es en que ser inteligente implica un alto nivel de pensamiento.
Según investigaciones de la Universidad de Edimburgo, los hijos mayores suelen tener coeficientes intelectuales más altos que sus hermanos menores. Esto se debe a que los padres procuran más la estimulación mental de sus primeros hijos, los amamantan y toman menos riesgos (como fumar o bebes durante el embarazo o lactancia) con ellos, según Forbes.
Así que los hijos mayores suelen ser más inteligentes, pero no por razones genéticas.
Decir groserías es típico de las personas inteligentes, especialmente de personas con fluidez verbal, según varios estudios, dice la Dra. Ho, autora de Stop Self Sabotage. Esto quiere decir que tu vocabulario es extenso.
Las personas inteligentes no dicen malas palabras porque sean groseras, sino que las usan para comunicarse de manera más efectiva. De hecho, esta es la razón por la que tantos genios en la historia han inventado códigos secretos y otros lenguajes para comunicarse de otras formas, dice Catherine Franssen, doctora y profesora de psicología en la Universidad de Longwood.
Sí existen diferencias entre los diversos usos que puedes hacer de una palabra y las intenciones con las que decides usarla.
Según una investigación publicada en el journal Intelligence, las personas inteligentes o con mayores coeficientes intelectuales suelen tener niveles de ansiedad más altos de lo normal. La Dra. Ho dice que esto se debe a que están pensando hasta en los más mínimos detalles todo el tiempo, porque son también perfeccionistas.
Este nivel de introspección, y una personalidad neurótica, tienen mucho que ver con un alto riesgo de padecer trastornos de ansiedad o algunas enfermedades mentales, según la Dra. Ho. Además, menciona la Dra. Franssen, cualquiera que sea un poco diferente es susceptible a padecer ansiedad.
“Y eso incluye a quienes son diferentes por algo positivo, como la inteligencia”, dice ella.
Muchos genios son físicamente activos, según Rahul Jandial, doctor en neurociencias y autor de Neurofitness. “Existe evidencia de que la actividad física agudiza la mente y te permite conectar mejor los conceptos y los pensamientos”, dice el Dr. Jandial.
Esto se debe a que el estrés, de cualquier tipo, permite una irrigación sanguínea más alta a las neuronas, lo que les permite hacer mejores conexiones, añade la Dra. Franssen.
Según un estudio de la Escuela de economía y ciencia política de Londres, las personas que suelen dormirse más tarde tienen coeficientes intelectuales más altos. Los investigadores creen que esto se debe a la evolución.
La noche significa peligro, así que aquellos ancestros nuestros que permanecían despiertos hasta altas horas de la noche debían ser más inteligentes. Según la Dra. Franssen, dormir tarde o hacerlo en exteriores permite pensamientos más innovadores y creativos.
“Los genios suelen trabajar a horas extrañas para mejorar su creatividad”, dice ella. “Y el tiempo invertido en el pensamiento creativo es el que desarrolla la genialidad”.
Adaptarte al cambio significa que eres inteligente pero también que ves las cosas desde nuevas perspectivas, dice el Dr. Jandial. “Eso significa que eres capaz de ver soluciones que otros no ven”, dice él.
Los problemas nuevos requieren soluciones nuevas, y las personas inteligentes se sienten cómodas con esa idea, dice la Dra. Ho. Además, los psicólogos dicen que adaptarte a los cambios requiere otros procesos cognitivos como mejorar la memoria, la percepción y la capacidad resolutiva.
Si te gustan las bromas pesadas, puede que se deba a tu inteligencia. Según un estudio publicado en el journal Cognitive Processing, la manera en que reaccionas al humor oscuro indica tu nivel de inteligencia.
Los psicólogos definen este tipo de humor como aquel “humor siniestro sobre temas como la muerte, la enfermedad, lo deforme, trágico o lo mórbido”. Los fanáticos de estos chistes suelen tener coeficientes intelectuales más altos.
La creatividad es garantía de ser genio, de acuerdo con Arfi Dalvi, del instituto de neurociencias de Palm Beach. Si eres desordenado, puede que seas un genio creativo (puede que, pero que no es un pretexto para que dejes un desastre en todos lados).
En un estudio de la Universidad de Minnesota, se le pidió a varias personas que pensaran en usos poco comunes para una pelota de ping pong. Resultó que las personas con los cuartos más desordenados fueron quienes dieron las respuestas más creativas.
Tocar música durante la infancia ayuda a que las personas desarrollen la inteligencia desde una corta edad. Según un estudio de 2018, publicado en Frontiers in Neuroscience, los niños que tomaron clases de música obtuvieron resultados más altos en inteligencia verbal y planeación.
Otro estudio, del Journal of Psychological Sciencie, también mostró que niños de entre 4 y 6 años que tomaban clases de música desarrollaban mejor su inteligencia verbal.
Ser criticón no es algo muy bueno que digamos, pero resulta que está relacionado con ser inteligente. Según un estudio del Journal of Experimental Psychology: General, las personas más propensas a criticar lo hacen porque tienen una gran habilidad para detectar patrones, y por eso estereotipan tanto. Pero también puedes ser inteligente sin caer en esto.
Las personas inteligentes suelen ser más propensas a tener una visión pobre. Según un estudio de la Universidad de Edimburgo, era 30% más probable que esto apareciera en su código genético, según un reporte de The Guardian.
También existen muchos reportes según los cuales solemos pensar que sí, las personas que usan lentes son más inteligentes.
En una investigación del Instituto de administración de Singapur y de la Universidad de economía de Londres, se le hizo una a las 15,000 personas de entre 18 y 28 años edad que participaron. Los resultados mostraron que aquellas personas con niveles de inteligencia más altos eran las más infelices con sus vidas cuando socializaban.
Casi como las personas nocturnas, los científicos dicen que esto tiene motivaciones evolutivas. Antes, las interacciones sociales eran necesarias para sostener la vida. Ahora, las personas que prefieren pasar tiempo consigo mismas están más avanzadas en la escala evolutiva.
Tomado de rd.com If These 12 Things Apply to You, You’re Probably Smarter Than You Think
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