La tos obedece a un mecanismo similar al del estornudo, sólo que en este caso el lugar de la irritación está localizado en las vías respiratorias bajas: laringe, traquea y bronquios.
Los médicos consideran seria una tos que dura más de dos semanas. Cuando la tos es muy violenta, puede dañar las cuerdas vocales, los bronquios o los pulmones. Llega incluso a romper las costillas y ejerce tal presión sobre los músculos abdominales que puede desgarrar o romper algunos de ellos. Aun siendo leve, lo menos que hace es interrumpir el sueño. Algunas veces, una tos crónica es síntoma de otras enfermedades, graves, como pueden ser una sinusitis, asma, alergias, tuberculosis, enfisema y cáncer pulmonar.
¿Ayudan realmente las medicinas para la tos?
Si se tiene una tos seca o improductiva, es decir, una irritación que estimula constantemente el reflejo de la tos sin llegar a despejar las vías respiratorias, puede ser útil el tomar un medicamento que la suprima. El más eficaz es la codeína, pero como se trata de un narcótico que puede crear hábito, además de producir otros efectos colaterales indeseables, no es muy recomendable. Los medicamentos que se venden sin necesidad de receta médica contienen muy pequeñas cantidades de esta sustancia, y los médicos no suelen ser muy afectos a prescribir fármacos con una mayor proporción de codeína para uso prolongado. Algo menos potente es el supresor de la tos conocido como dextrometorfán, pero tiene la ventaja de que no es narcótico.
Los medicamentos llamados expectorantes, que se pueden conseguir con o sin receta médica, favorecen la tos productiva, la que extrae líquido y mucosidad de los pulmones y bronquios. Los laboratorios que producen estos medicamentos afirman en su propaganda que ayudan a fluidificar el moco y por lo tanto a eliminarlo, pero muchos especialistas aseguran que la mayoría de los expectorantes no sirven para nada y que el resto implica diversos riesgos para la salud.
Generalmente, el chupar un dulce, tomar muchos líquidos y poner un vaporizador en la habitación contribuyen a aliviar las molestias y a facilitar la expectoración. De ninguna manera se debe tratar uno mismo una tos persistente; hay que consultar al médico para que determine cuál es el problema que la está provocando, ya que puede tratarse de una afección seria que conviene atender a tiempo.
Los porqués del cuerpo humano