¿Qué ha pasado con Notre Dame a 6 meses del incendio que la destruyó?
El presidente Macron mencionó que la reconstrucción sería en 5 años, pero los trabajos de los 6 primeros meses han sido mucho más lentos de lo que se preveía.
El presidente francés Emmanuel Macron mencionó que la reconstrucción sería en cinco años, pero los trabajos de los seis primeros meses han sido mucho más lentos de lo que se preveía.
Las obras avanzan con lentitud, atascadas aún en la fase de estabilización del edificio, y aumenta la inquietud sobre la presencia del plomo que propagó el incendio. Y persisten las divisiones entre quienes abogan por una reconstrucción idéntica o los que se decantan por un “gesto audaz” de arquitectura contemporánea.
La fase de estabilización, orientada a consolidar las zonas más afectadas por el fuego y evitar un posible derrumbamiento, debía haber finalizado en septiembre, pero la elevada contaminación de plomo obligó a parar las obras todo un mes. Con ello, el afianzamiento de sus muros se ha prolongado ahora hasta noviembre.
Las obras en curso en la catedral están destinadas a consolidar el edificio gótico, parcialmente devastado por el incendio del 15 de abril pasado.
Después de la fase de estabilización, seguirá una de diagnóstico, cuyo fin está previsto a finales de la próxima primavera, un análisis exhaustivo de los investigadores para saber cuál es el estado exacto del edificio y qué se puede reaprovechar y qué no.
La reconstrucción propiamente dicha empezará en 2021, una vez los arquitectos cuenten con un diagnóstico completo.
El incendio suscitó una ola de solidaridad en Francia, desde los 200 millones de euros desembolsados por el magnate francés Bernard Arnault, propietario del grupo de lujo LVMH, hasta el euro que ofreció un niño de ocho años.
Las donaciones prometidas para reconstruir la catedral se elevan a 922 millones de euros, anunció este martes el ministro francés de Cultura, Franck Riester.
Principalmente hay que reconstruir el techo de madera del monumento histórico, el segundo más visitado de Europa, y su emblemática aguja, obra de Eugène Violett-le-Duc que databa de una restauración del siglo XIX, de casi un centenar de metros de altura, es el principal objeto de controversia..
Hasta ahora, la intervención de albañiles, escultores, maestros del vidrio, laboratorios de análisis, etc., ha permitido contener los frontones oeste, sur y norte de la catedral -estos dos últimos presentan fisuras y un riesgo de derrumbamiento real- así como la instalación de cimbras en los arbotantes.
Además, se han puesto a salvo los tesoros, el conjunto de las vidrieras y se han inspeccionado todas las gárgolas, mientras en paralelo, investigaciones de un diverso equipo de investigadores aporta a arquitectos y obreros las claves para avanzar en firme.