¿Qué son las nubes lenticulares y qué otro tipo de nubes existen?
Aunque este fenómeno es algo completamente natural, generó diversas teorías entre los espectadores sobre todo con desastres naturales y alienígenas.
Sin duda, ya habrás visto las cientos de fotos –(donde se ve un cielo teñido de tonos entre rosados y anaranjados, con formaciones gaseosas)–, que circulan en redes sociales del asombroso espectáculo que ofreció ayer el atardecer en algunas zonas de la Ciudad de México y del Estado de México. Se trata de las nubes lenticulares, un fenómeno que no se ve con frecuencia, pero que ayer llamó la atención de miles de personas que compartieron este mágico momento.
Aunque este fenómeno es algo completamente natural, generó diversas teorías entre los espectadores, algunas relacionadas con extraterrestres👽 y otras ligadas a desastres naturales como los sismos, sin embargo, nada de eso es verdad, pues la aparición de estas nubes se debe al aumento de temperatura, el vapor y el aire, como lo indica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Las nubes lenticulares, científicamente denominadas “altocumulus lenticularis”, son un fenómeno meteorológico estacionario que comúnmente se manifiesta en ecosistemas montañosos durante el otoño. Las nubes lenticulares son viejas conocidas del Monte Fuji, en Japón, así como de otros picos nevados en el mundo.
Los especialistas aseguran que este tipo de nubes se generan cuando, según documenta el Servicio Meteorológico Nacional, «los vientos rápidos chocan contra la ladera de una montaña u otra estructura alta«. Por eso, además, producen este efecto visual de más ondas, una sobre la otra.
A este fenómeno se le conoce como efecto Foëhn: turbulencias mecánicas de aire frío, que se posa sobre una atmósfera más cálida. Esto genera zonas ‘estacionarias’ en la atmósfera, que atrapan humedad y le da forma lenticular a la formación gaseosa. Así que, sí: los ufólogos quedarán decepcionados al enterarse que las nubes lenticulares, tristemente, no están formadas por alienígenas.
Según expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la presencia de estas nubes en áreas no montañosas, como la Ciudad de México, se debe a la interacción del flujo de aire con obstáculos en el terreno, como edificios o estructuras.
Con información de National Geographic