A lo largo de la historia, la humanidad se ha interrogado sobre la muerte: sus causas, qué sucede al morir y si existe vida después. Historias de experiencias cercanas a la muerte nos intrigan, pues aunque es un proceso natural, no todos estamos preparados para afrontarlo.
Una pregunta clave es: ¿Qué pasa en el cerebro cuando morimos? La neurocientífica Jimo Borjigin ha dedicado su carrera a desentrañar este misterio.
En sus investigaciones con ratas, Borjigin observó una intensa actividad cerebral justo después de que sus corazones se detuvieran: un aumento de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. En un estudio posterior con humanos en coma, se registró una actividad cerebral similar en dos pacientes cuando se les retiró el soporte vital.
Quizás te interese leer: ¿Qué es la limpieza sueca de la muerte?
Las áreas del cerebro que se activaron durante estos momentos finales incluían:
- La zona caliente cortical posterior, asociada con la percepción sensorial, la consciencia, los sueños y las alucinaciones.
- El área de Wernicke, vinculada al lenguaje, el habla y la escucha.
- La unión temporoparietal derecha, relacionada con la empatía.
¿Un mecanismo de supervivencia? Borjigin sugiere que este aumento de actividad cerebral podría ser un mecanismo de supervivencia ante la privación de oxígeno, similar a la hibernación en los animales.
Replanteando la muerte
Los hallazgos de Borjigin cuestionan la definición actual de muerte, la cual se basa principalmente en la ausencia de latidos cardíacos y signos externos de respuesta. Sus investigaciones sugieren que el cerebro moribundo podría experimentar un último “apagón” de actividad, similar a los sueños o las alucinaciones, antes de sucumbir a la muerte definitiva. La investigadora considera que lo descubierto hasta ahora es solo la punta del iceberg en lo que respecta a la comprensión del cerebro moribundo.
Quedan muchas interrogantes por responder: ¿Por qué el cerebro moribundo experimenta una actividad tan intensa? ¿Podría esto llevar a diagnósticos prematuros de muerte?
Borjigin hace un llamado a la comunidad científica para profundizar en la investigación sobre el cerebro moribundo: con el fin de comprender mejor este proceso fundamental y sus implicaciones para la vida y la muerte.
El proceso de la muerte es complejo y aún falta mucho por estudiar, especialmente en humanos. La investigación de Borjigin abre nuevas vías para comprender un misterio que nos ha fascinado durante siglos.
Con información de Enseñame de Ciencia