Se trate de un bebé de brazos o de un muchacho malhumorado y rebelde, estos consejos te ayudarán a perfeccionar tus habilidades como niñero.
Las dos primeras décadas como padres son difíciles y a la vez muy satisfactorias. Mientras enseñas a tus hijos a usar el baño, les organizas fiestas en sus cumpleaños y te quiebras la cabeza ayudándoles con su tarea de matemáticas, aprendes a ser sargento instructor, animador social y gestor de crisis.
Pero una vez que tus hijos se hacen adultos y abandonan el nido, es posible que ya no utilices mucho esas destrezas… hasta el día en que ellos te piden que cuides a su propia prole. Entonces te preocupa haber perdido tus habilidades para cuidar niños.
“Hacerse cargo de un niño no es algo que se olvide fácilmente, pero algunos detalles cambian con los nietos, Y cada chico es diferente”, dice la psicóloga Sara Dimerman.
Lo cierto es que todavía tienes todas las aptitudes para cuidar a tus nietos. Tal vez sólo sea afinar algunas técnicas, aunque se trate de un bebé como de un adolescente.
Aunque tus nietos no son unos desconocidos para ti, es posible que no convivas con ellos todos los días. Debes preguntar a tus hijos cuáles son las rutinas de los niños: las horas en que acostumbran hacer la siesta, merendar e ir a la cama, así como sus singularidades, desde alergias a algunos alimentos hasta sus muñecos de peluche favoritos.
“Hay problemas cuando los abuelos dan por hecho que saben más que sus hijos y hacen las cosas a su manera, en vez de seguir sus instrucciones, esto puede crear conflictos”
Una vez que tus hijos se sientan seguros de que no vas a dañar a sus retoños, no dudes en confiar en tus instintos. Tienes experiencia, y también tienes licencia, como abuelo, para cambiar un poco las reglas si no te están funcionando.
Como los teléfonos y otros dispositivos de reproducción de video están en todas partes hoy día, algunos abuelos piensan que los niños no pueden entretenerse de otra forma más que con ellos. Pero eso no es cierto, asegura Charlotte Livingston, de King City, Canadá, quien tiene tres nietos y comenta lo siguiente: “Me parece que en su casa el niño pasa muchísimo tiempo mirando pantallas, así que, en la mía, prefiero limitarlo”
En lugar de encender la televisión o la tableta electrónica, Charlotte mantiene a sus nietos muy entretenidos con cuentos, manualidades y actividades al aire libre, como pasear en bicicleta; además, procura tener en casa juegos de mesa para ellos cada vez que le toca hacer de niñera.
Si tus nietos van a quedarse muchos días en tu casa, podría ser útil establecer una rutina diaria, como si vivieran contigo; por ejemplo, adoptar un horario estricto para acostarse e incluso pedirles que ayuden con los quehaceres, aconseja Patricia Adair, de Maryfield, Canadá, quien tiene nueve nietos y un bisnieto.
Esta mujer suele pedir a los niños que ayuden en tareas sencillas como regar las plantas de su jardín o barrer los pisos. Cuando les pide a los más pequeños que le echen una mano y pelen zanahorias para la cena, les enseña a entender qué se necesita para mantener un hogar en funcionamiento, y a veces sostiene con ellos discusiones amables pero serias acerca de la familia y la escuela.
Para muchos niños, una estancia en la casa de sus abuelos implica más dulces, más cuentos y más libertad en general; sin embargo, debes asegurarte de que tus nietos comprendan que la fiesta se termina cuando vuelven a su hogar, señala Kathy Buckworth, conferencista y autora de libros.
Para los niños, estar unos días con la abuela y el abuelo equivale a tomar unas minivacaciones, pero después, añade, “es normal que haya un periodo de ‘reinserción’, en el cual los chicos regresan a la vida real con papá y mamá”.
