El fluido que debería viajar por los vasos sanguíneos y linfáticos se escurre en las células y los pequeños espacios entre ellas. A veces es fácil identificar la causa de la retención.
El fluido que debería viajar por los vasos sanguíneos y linfáticos se escurre en las células y los pequeños espacios entre ellas. A veces es fácil identificar la causa de la retención de líquidos: demasiada sal en la dieta, aunque las calcetas largas con elásticos apretados pueden inflamar las rodillas, así como permanecer mucho tiempo de pie o sentado con las piernas abajo (en vez de apoyarlas sobre un banco).
La retención de fluidos antes de la menstruación se debe a cambios en los niveles hormonales que modifican las funciones de los vasos sanguíneos y los ganglios linfáticos. Con poca frecuencia, la retención de líquidos se vincula con enfermedades de riñón o hígado. En los ancianos, la causa común es una dolencia cardiaca.
De acuerdo con la causa, los doctores a veces tratan la retención con diuréticos que hacen al cuerpo excretar el líquido excesivo. Pero estos medicamentos pueden hacer al cuerpo perder minerales importantes que, entre otras cosas, mantienen el buen funcionamiento cardiaco. Aunque los diuréticos son necesarios para ciertas dolencias, —los remedios simples— como modificar su dieta, beber tés de hierbas y hacer caminatas varias veces por semana, son suficientes para ayudarte.
Sueña extraño, pero beber más agua puede resolver la retención de líquidos. Si estás deshidratado, tu cuerpo almacena agua para lidiar con un periodo seco. Además, cuando bebes más agua, orinas más y expulsas más sal del cuerpo. Por la mañana guarda dos litros de agua en el refrigerador y trata de acabártelos durante el día.
Come menos sal. La mayoría de la sal viene de los alimentos procesados como sopas, salsas, emparedados empacados e incluso pan de caja. Mejor elige alimentos frescos como frutas, vegetales y granos integrales que no vengan en caja, bolsa o lata. Haz tu propio pan (un horno para pan es una buena inversión). Cuando comas alimentos procesados compra aquellos con la etiqueta ‘bajo en sal’ o ‘bajo en sodio’.
Consume más potasio. Aunque este mineral no es diurético, el equilibrio correcto entre potasio y sodio es crucial para regular el nivel corporal de fluidos. La mayoría consume poco potasio y demasiado sodio. Come muchas frutas y vegetales altos en potasio como los plátanos, aguacates, papas, naranjas y jugo de naranja. También la carne, aves, leche y yogur contienen altos niveles de potasio.
Bebe entre dos y cuatro tazas de té de diente de león al día. Las hojas de diente de león son un diurético natural que permite a los riñones drenar más agua. La hierba también es una rica fuente de potasio. Para hacer el té añade una y media cucharaditas de planta seca (disponible en tiendas naturistas) a un litro de agua y hierve. Baja la flama unos 15 minutos, cuela y deja enfriar antes de beber.
Prueba el té de ortiga, hecho de ortigas irritantes comunes. La ortiga es un diurético natural. Para preparar el té, agrega una cucharadita de raíz en polvo a una taza de agua fría. Hierve por un minuto y deja reposa otros 10. Bebe una taza cuatro veces al día.
Mientras llenas tu plato con frutas y vegetales buscando el potasio, deja espacio para el apio, la sandía, el espárrago y el pepino. Todos contienen químicos que funcionan como diuréticos naturales.
La cúrcuma, especia del polvo de curry, posee cualidades antiinflamatorias y puede inhibir la retención de líquidos, según un estudio chino. Úsala cuando cocines.
Si la retención de líquidos causa inflamación en abdomen y miembros durante más de una semana, consulta al médico. También hazlo si la retención causa una hinchazón tan severa que al picar la piel con el dedo quedan ‘abolladuras’. Si el problema deriva de una dolencia cardiaca o de otra enfermedad seria, debes ponerte bajo supervisión médica.
Fuente: ‘1001 remedios caseros. Tratamientos confiables para problemas de salud cotidianos’ editado por Selecciones Reader’s Digest.
