Los gérmenes llegan a enfermarte, pero su efectividad también depende mucho de la respuesta de tu sistema inmunitario. Descubre si estás afectándolo.
En la medida de lo posible, evita tocar superficies que podrían estar contaminadas con virus o bacterias que afectan tu sistema inmunitario, recomienda Helen Ewing, decana de Enfermería en el Colegio Carrington. Señala que las superficies que más personas tocan incluyen botones de elevador, carritos de supermercado, celulares y perillas.
“En resumen, cualquier lugar donde se reúnan grandes grupos que puedan contagiar infecciones”, dice. De ser posible, usa guantes cuando estés en áreas públicas.
Como los virus y las bacterias pueden quedarse mucho tiempo en cualquier lugar, debes esforzarte para mantener tus manos limpias, advierte la doctora Ewing.
La mejor técnica es lavar tus manos frecuentemente con agua y jabón, pero si no hay en dónde hacerlo, el alcohol en gel podría bastar por el momento.
Los aviones y los hoteles son desafíos para tu inmunidad porque te expones a más contaminantes y organismos nocivos.
Lleva toallitas desinfectantes para limpiar charolas, asientos y posabrazos en el avión. De acuerdo con un artículo publicado en Conde Nast Traveler, debes tener cuidado con el control remoto, el escritorio y el teléfono en la habitación de tu hotel.
El artículo recomienda limpiar estas superficies con alcohol en gel, así como lavarse las manos constantemente.
Digámoslo juntos: los antibióticos son para las bacterias, y no servirán si tienes influenza o estás resfriado. “Tomar antibióticos cuando no los necesitas puede afectar negativamente tu sistema inmunitario”, dice la doctora Ewing.
Cuando los antibióticos destruyen las bacterias nuevas, dañan tus defensas. “Las investigaciones han demostrado que los individuos que toman antibióticos para infecciones crónicas se encuentran en un mayor riesgo”.
Tomar demasiado vino, cerveza o cualquier tipo de alcohol puede afectar tu sistema inmunitario al interferir con la producción de glóbulos blancos, dice la doctora Ewing.
“Los glóbulos blancos protegen al cuerpo contra invasores y enfermedades infecciosas”, agrega.
Aunque evitar a las personas potencialmente enfermas parece una buena idea, aislarte daña tu inmunidad, dice la doctora Ewing.
“Las personas que pasan mucho tiempo a solas tienden a presentar un mayor riesgo de enfermarse y presentar alteraciones del sistema inmunitario con el paso del tiempo”, explica.
Tu sistema inmunitario peligra cuando bajan los niveles de líquido en tu cuerpo, dice Michelle Robin, quiropráctica. El agua ayuda a que la sangre transporte oxígeno a los glóbulos blancos para mantenerlos funcionando a su nivel máximo, explica.
“También ayuda a que el hígado y los riñones eliminen las toxinas y desperdicios del cuerpo”, explica.
Debido a su contenido de azúcar, los refrescos y los jugos no tienen los mismos beneficios que el agua simple, dice Robin. “Si te aburre el agua, agrégale algunas rebanadas de limón o pepino”, recomienda.
Según un artículo de Mayo Clinic, los investigadores afirman que las personas que no duermen bien (esto es, que no duermen de siete a ocho horas por noche) tienen un sistema inmunitario debilitado y una mayor posibilidad de enfermarse.
“La falta de sueño puede afectar la velocidad con la cual te recuperarás si te enfermas”, indica Mayo Clinic.
“Tu cuerpo necesita dormir para combatir a los agentes infecciosos. Y la falta crónica de sueño también incrementa tu riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
“El estrés crónico también puede alterar la química del cuerpo, lo cual debilita el sistema inmunitario”, advierte la doctora Ewing.
Tomado de rd.com 10 Ways You’re Unknowingly Sabotaging Your Immune System
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