Es una costumbre, y al parecer sucede en todas las familias mexicanas, que después de la cena de Navidad o Año Nuevo se sirva pavo en las siguientes comidas.
Es una costumbre, y al parecer sucede en todas las familias mexicanas, que después de la cena de Navidad o Año Nuevo se sirva pavo en las siguientes comidas, si bien nos va puede ser uno o dos días nada más, pero si no es así, puedes hacer esta deliciosa receta.
Ingredientes
675 g de pechuga de pavo, sin hueso ni piel
60 g de mantequilla
1 cebolla grande, picada
4 dientes de ajo, machacados
1 camote grande (450 g), sin piel y en cubitos
1 cucharadita de jengibre fresco, rallado (o ½ cdta. de jengibre en polvo)
1 cucharada de hojuelas de chile rojo (o al gusto)
Ralladura fina de 1 limón
4 cucharadas de perejil fresco, picado
1 taza de nueces pacanas, picadas
2½ tazas de pan blanco recién molido
2 yemas grandes de huevo, ligeramente batidas
Sal y pimienta negra recién molida
450 g de rebanadas de tocino
Jalea de arándano o manzana, para servir
Instrucciones
Pon la pechuga de pavo en una tabla de picar y corta a través del centro de manera horizontal, sin llegar hasta el otro extremo. Abre la carne, colócala entre dos hojas de plástico adherente y golpéala con un mazo o rodillo hasta obtener un grosor de 1.5 cm.
Precalienta el horno a 180 °C.
Derrite la mantequilla en una cacerola, añade la cebolla y saltéala a fuego medio durante 5 minutos, o hasta que esté suave. Agrega el ajo y saltéalo 1 minuto más. Incorpora el camote, el jengibre y las hojuelas de chile. Tapa y cocina a fuego bajo 15 minutos, o hasta que el camote esté apenas suave, moviendo de vez en cuando para evitar que se pegue a la cacerola.
Retira la cacerola del fuego y deja enfriar. Añade la ralladura de limón, el perejil, las nueces, el pan molido y las yemas. Sazona con sal y pimienta.
Esparce la mezcla sobre la carne y luego enróllala como si se tratara de un “niño envuelto”. Colócala en un refractario engrasado y envuélvela con las tiras de tocino, metiendo los extremos en la parte inferior. Ata el rollo con hilo delgado a intervalos de 2.5 cm. Asa durante más o menos 1 hora, hasta que esté bien cocido.
Saca el rollo del horno, cúbrelo con papel de aluminio (sin apretar) y déjalo reposar 10 minutos. Corta el hilo con unas tijeras y rebánalo. Sírvelo con jalea de arándano o manzana.