¡Sorpréndelos! 10 notas divertidas en la lonchera
Haz que tus hijos se coman el sándwich y la fruta muy contentos con estos tips creativos.
¿Están listos? Manda a tus hijos a la escuela con una gran sonrisa. Estos divertidos consejos le harán y te harán el día.
Haz reír a los niños poniendo un chiste blanco en sus loncheras; cuanto más simple, ¡mejor! Y ya sea que lo escribas y lo imprimas en la computadora, o simplemente lo anotes con una pluma en una servilleta doblada, anima el chiste con un dibujo bobo hecho a mano.
Aunque los niños tendrán que quebrarse un poco la cabeza, buscar la solución de la adivinanza no les parecerá una tarea extra. Dobla en cuatro la hoja con la adivinanza para que no vayan a ver la solución sin querer antes de tiempo.
Formula adivinanzas como éstas:
Pregunta: ¿Qué instrumento musical tiene una sola cuerda?
Respuesta: La campana.
Pregunta: ¿Qué pregunta puedes hacer en cualquier momento del día, recibir una respuesta diferente en cada ocasión y, a pesar de eso, que todas las respuestas sean correctas?
Respuesta: “¿Qué hora es?”
Otro excelente ejercicio mental son los pasatiempos. Ponles a tus hijos uno sencillo, como una sopa de letras, un crucigrama o un sudoku.
Una forma fácil de incluirlos en la lonchera es comprar libros o revistas de estos juegos y cortar las páginas con tijeras. Sugiere a tus hijos que los resuelvan a la hora del recreo, mientras se comen el lunch.
Incluye una pequeña pista o señal de la actividad que les espera a los niños por la tarde, después de la escuela.
Por ejemplo, pon en la lonchera un baloncito de juguete si va a ser el primer día de práctica de futbol de tu hijo; un sobre con letras recortadas de periódico del nombre de un familiar que irá a cenar a la casa esa noche, o un grano de maíz palomero si van a ir al cine.
Pon en la lonchera una foto del niño o la niña para recordarle alguna actividad divertida del pasado fin de semana, o bien, una tomada un día cualquiera en la casa o en un parque.
No importa si no tienes a la mano impresiones brillantes de las fotos a color; basta con que imprimas las imágenes en blanco y negro en la impresora de la casa en papel normal.
Aunque no tiene nada de malo escribir el clásico “Te quiero mucho”, también puedes mostrar un poco de creatividad a la hora de expresar cariño a tus hijos con palabras; por ejemplo, pega una bola de algodón junto a una nota que diga: “Ser tu mamá me pone en las nubes”.
Sorprende a tus hijos con un cupón escrito a mano canjeable por un regalo especial. Elige algo que sepas que a ellos les encantará; puede ser una visita a la heladería o al parque después de clases, o bien, a una juguetería para que escojan un juguete pequeño y barato.
Refuerza la autoestima de tus hijos con un elogio sincero. Diles, por ejemplo, “Sabes compartir lo que tienes”, “Cuidas muy bien a (anota el nombre de su mascota)”, o “Eres un hermano bueno y cariñoso”.
A todo niño le agrada recibir elogios y felicitaciones de sus padres, sobre todo cuando menos lo espera, como a la hora del recreo.
No tienes que excluir de este juego a tus hijos mayores. Para los que ya se sienten grandes, simplemente pon en su lonchera datos interesantes o una trivia relacionada con algo que les interese, como el espacio exterior, su serie de libros favorita o la banda de música pop del momento.
Si tus hijos ya son adolescentes, es posible que no les gusten mucho tus notas divertidas a la hora del lunch, pero te garantizamos que disfrutarán un mensaje de texto tuyo que sea breve y afectuoso.
Envía el mensaje desde el sitio donde te encuentres sin esperar una respuesta. Así compartirás tus sentimientos de una forma grata para los muchachos.
¿Qué te parecen estos diez tips? Aplícalos con tus hijos y cuéntanos como te fue.