Todo esto le pasa a tu cuerpo cuando no duerme bien
El 65% de los mexicanos duerme entre 5 y 7 horas. Horarios irregulares, uso de teléfonos y tablets son algunos de los factores que disminuyen el descanso.
Se sabe que el promedio de sueño del mexicano adulto es de 8.4 horas de lunes a viernes; sin embargo, no todos gozan de esta oportunidad. Según datos de Consulta Mitofsky, el 65 por ciento duerme entre cinco y siete horas aproximadamente, lo que cuestiona la calidad del sueño de la población.
Más allá de eliminar las molestas bolsas bajo los ojos, tener un sueño adecuado repercute en el estado de ánimo, beneficia al corazón, la mente e, incluso, al peso.
Sin embargo, en México 45 por ciento de la población tiene mala calidad del sueño, según datos de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM. Este déficit de la gente que no duerme bien genera reacciones en cadena.
Actualmente hay varios factores que inducen a una mala calidad del sueño:
“En general es nuestro estilo de vida lo que nos lleva a ese punto” explica la Dra. Marisol Jannet Figueroa Medina, neuróloga del Hospital DioMed:
Comienza la estimulación del sistema mesolímbico, por lo que la dopamina empieza a fluir y se experimenta la sensación de tener más energía, motivación, optimismo y hasta se eleva el deseo sexual.
No suena mal; sin embargo, estas sensaciones positivas son engañosas, ya que a partir de este punto todo va en declive. Para la mañana el cerebro poco a poco ya desactivó las regiones que se encargan de la planificación y evaluación de decisiones.
Comienzan los compartimientos impulsivos, las reacciones se hacen aletargadas y las funciones perceptivas y cognitivas empeoran.
La glucosa deja de ser metabolizada de forma correcta y el sistema inmune empieza a fallar.
Se pueden presentar alucinaciones. Después del tercer día puede ocurrir un colapso por todo el cansancio acumulado y las otras reacciones en cadena.
Otras de las afectaciones de no dormir bien van desde la obesidad hasta enfermedades cardiovasculares que, incluso, pueden derivar en un infarto cerebral.
Cuando se duerme poco las defensas bajan y nos volvemos más débiles, por lo que somos más propensos a enfermedades virales o bacterianas, añadió la especialista.