Tu altura puede afectar tu salud de estas extrañas formas
No importa si eres larguirucho o tienes problemas para alcanzar algo, tu altura influye en tu vida en más que lo relacionado a los apodos.
Una de las asociaciones más claras entre la altura y la salud es que las personas altas pueden tener corazones más sanos. Según una revisión de 52 estudios en los que participaron más de 3 millones de hombres y mujeres publicados en el European Heart Journal, las personas más bajas tienen un 50 % más de probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas mortales que las personas más altas.
Las mujeres que miden metro y medio tienen un 28 por ciento menos de probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con las que miden más, según un estudio de 2015 en el New England Journal of Medicine.
Por cada dos pulgadas y media más alto que alguien del mismo sexo, el riesgo de enfermedades del corazón se reduce en un 14 por ciento.
Un metanálisis de 18 estudios realizado por investigadores iraníes reveló que cuanto más alta es una mujer, menos probable es que desarrolle diabetes tipo 2. No sucedió lo mismo con los hombres imponentes, que tenían un riesgo similar de diabetes sin importar su altura.
Si bien los investigadores no están seguros de por qué solo las mujeres altas obtienen estos beneficios, un nuevo estudio de los Países Bajos descubrió que las personas altas son más sensibles a la insulina y tienen un contenido de grasa más bajo en el hígado, lo que puede explicar su menor riesgo de diabetes.
Ahora, una desventaja de ser alto: está asociado con un mayor riesgo en casi todos los tipos de cáncer, y para ambos sexos. Según un estudio publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkers, & Prevention, por cada diez centímetros de altura, las mujeres tienen un 13 por ciento más de probabilidades de desarrollar unos 19 tipos de cáncer.
Específicamente, las mujeres de piernas largas tenían hasta un 17 % más de probabilidades de desarrollar melanoma y cáncer de mama, ovario, endometrio y colon, y hasta un 29 % más de probabilidades de desarrollar cáncer de riñón, recto, tiroides y sangre.
Los hombres altos tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata agresivo, según un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.
Las personas altas tienen más células en su cuerpo, por lo que existe una mayor probabilidad de que cualquiera de ellas se vuelva cancerosa.
Pero un estudio reciente de los Países Bajos encontró que mientras las personas altas están en el útero, sus sistemas de factores de crecimiento similares a la insulina se activan antes que en las personas bajas, lo que a su vez puede activar permanentemente el crecimiento celular, lo que aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Si mides menos de 1.70 metros y tienes un peso saludable, tienes tres veces menos probabilidades de tener un coágulo de sangre que tus amigos altos, según un estudio en Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.
Los investigadores de Noruega especulan que se debe a que la sangre debe bombearse a una distancia más larga en personas más altas, lo que podría reducir el flujo y aumentar el riesgo de un coágulo que causa un accidente cerebrovascular.
Afortunadamente, la obesidad fue un predictor aún mayor de coágulos de sangre que la altura, por lo que si mides más de 1.70 metros y deseas reducir tu riesgo, mantén tu peso en un rango saludable.
Investigadores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York observaron a más de 220,000 mujeres embarazadas y encontraron que aquellas que eran un poco más altas que el promedio (1.60 metros) tenían entre 18 y 59 por ciento menos probabilidades de desarrollar diabetes gestacional, una forma de hipertensión arterial que solo afecta a las mujeres embarazadas, que tienen esta estatura, según un estudio de 2014 en Diabetic Medicine.
Los investigadores especulan que los genes de aquellos que tienen problemas verticales afectan de alguna manera su tolerancia a la glucosa. Otro estudio del año pasado en PLOS Medicine encontró que ser pequeña y estar embarazada se asocia con un mayor riesgo de tener un embarazo más corto y un parto prematuro.
Los hombres que miden más de metro y medio tienen un 59 por ciento menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que aquellos que miden menos, según un estudio publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease.
Las mujeres altas ven ventajas similares: una mujer que mide más de 1.60 metros tiene aproximadamente un 50 por ciento menos de probabilidades de morir de demencia que una que menos, dice una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo.
En lugar de la genética, los científicos británicos apuntan a otros factores ambientales asociados con una estatura más baja, como las enfermedades infantiles, el estrés y la mala nutrición.
Cuando investigadores israelíes observaron a más de 10,000 hombres, encontraron que el grupo más bajo tenía un 54 por ciento más de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular fatal en comparación con el más alto.
Un estudio en el American Journal of Epidemiology también encontró que las mujeres más bajas tenían más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular fatal que las mujeres altas.
¿Qué tiene que ver la estatura con los ataques? Los investigadores no están muy seguros, pero sospechan que la mala nutrición durante los años de crecimiento o un patrón hormonal alterado podrían ser el vínculo entre el retraso en el crecimiento y el riesgo de accidente cerebrovascular. No te pierdas estos secretos de salud que tu cuerpo trata de decirte.
Soportar los chistes por una estatura baja puede valer esta ventaja: cuando los investigadores observaron a los soldados que llegaban a los 70 años, los hombres que registraban menos de 1.70 metros vivían dos años más que otros, según un estudio en Biodemografía y Biología Social.
Un estudio diferente del mismo equipo de investigación encontró que entre los hombres estadounidenses, los que eran más bajos y más livianos vivían más que los más altos y pesados.
Los investigadores se apresuran a señalar que la altura es solo un factor que contribuye a la longevidad entre otros más importantes, como el peso corporal, la genética, el estrés, el tabaquismo y los hábitos de bebida.
Sin embargo, en 2014, los científicos de la Universidad de Hawái descubrieron que un gen específico, que se ha denominado “el gen de la longevidad”, tiene una influencia directa tanto en una vida más larga como en una estatura baja.
Tomado de rd.com 8 Strange Ways Your Height May Affect Your Health