En general, durante los tres meses posteriores al nacimiento de un bebé, el sueño profundo disminuye. Los hombres pueden recuperar su ritmo de descanso pasado ese tiempo, las mujeres (en especial las madres primerizas) tienen más dificultad para lograrlo.
La Universidad de Warwik, Inglaterra reveló a través de un estudio reciente, que los hijos afectan los patrones de sueños por un periodo de hasta seis años.
Estos son los puntos más importantes:
- El nacimiento de un hijo deja estragos en la calidad de sueño hasta por 6 años
- Las mujeres pierden hasta una hora de sueño diaria los primeros 3 meses de vida
- Los hombres pierden solo 13 minutos diarios y su ciclo de sueño se regulariza pasados los 3 meses
- Las interrupciones en el descanso se prolongan en caso de que los hijos estén enfermos o hayan tenido pesadillas
- El efecto es más marcado en padres primerizos
En el estudio participaron más de 2,500 mujeres y casi 2,200 hombres, quienes habían sido padres recientemente y se le dio seguimiento a la cantidad y calidad de sus horas de sueño durante seis años.
Los resultados arrojaron que, incluso una vez que el bebé crece y mantiene horarios de comida y descanso definidos, el descanso de los padres no mejora debido a situaciones emergentes como pesadillas o enfermedades.
En cifras, la calidad del sueño de las madres cayó 1.7% durante el primer año de crianza. Asimismo, durante los tres meses posteriores al nacimiento, las mujeres pierden en promedio 1 hora de sueño diaria y cerca de 40 minutos de sueño en los seis años siguientes.
En los hombres los efectos son más sutiles, ellos solo reportaron perder 13 minutos de sueño después del nacimiento de sus hijos.