Vida “slow”: Cómo recuperar el control en un mundo acelerado
Un estilo de vida lento requiere establecer límites, y practicando estos pequeños ratos de tiempo personal lo conviertes en un hábito
El frenético ritmo de vida actual ya se considera “normal”, dice la trabajadora social Candace KotkinDe Carvalho. Siempre vamos de un lado a otro, haciendo malabarismos con las responsabilidades, y como todos a nuestro alrededor hacen lo mis- mo, sentimos la presión de estar conectados para mantener el ritmo. La vida lenta consiste en dar un paso atrás en este modo de vida moderno y ser más intencionales en la forma de emplear el tiempo, resistiendo a la presión del consumo acelerado de hoy, explica.
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“Se trata de crear conexiones significativas con las personas y el entorno, vivir una vida sin prisas ni preocupaciones y dedicar tiempo a apreciar los pequeños momentos”. Este enfoque nos anima a centrarnos en el autocuidado, el descanso, la gratitud, la conciencia de nuestros actos y pensamientos y, en definitiva, recuperar la sensación de control.
Hoy la sociedad valora un estilo de vida acelerado y de grandes logros, dice el psicólogo Daniel Wysocki. Pero estas pautas, que nos hacen sentir como si estuviéramos en piloto automático, dañan la salud mental y física.
Incorporar la idea de la vida lenta significa equilibrar el tiempo de trabajo, otras obligaciones, el ocio y la relajación, dice el experto. Y con esta mentalidad orientada al equilibrio, no solo es más probable que aliviemos nuestro estrés (y el riesgo de trastornos de salud aso- ciados). Este enfoque crea espacio para tomar decisiones más conscientes y saludables sobre aspectos de nuestro día que benefician la salud y el bienestar, como la elección de alimentos, el movimiento y dormir lo suficiente.
Adoptar un estilo de vida lento empieza por reconocer que el tiempo es nuestro recurso más preciado y limitado, dice el Dr. Wysocki. No hay beneficios de esforzarse tanto hasta el punto de agotarse, pero al mismo tiempo pue- de resultar difícil abandonar de golpe un estilo de vida acelerado.
Vida slow Como recuperar el control en un mundo acelerado
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Así que parte de adoptar un estilo de vida lento significa… empezar lentamente. “No existe un enfoque único”, afirma KotkinDe Carvalho. “La vida lenta consiste en disfrutar del viaje, en lugar de precipitarse hacia un objetivo final: tómatelo con calma y abraza la vida al ritmo que más te convenga”.
Una buena táctica: empieza por desacelerarte solo 30 segundos a lo largo del día, dice el Dr. Wysocki. “Apártate de la tecnología y ralentiza deliberadamente tus movimientos, incluida la respiración, y céntrate en el momento presente”. Afirma que un estilo de vida lento requiere establecer límites, y practicando estos pequeños ratos de tiempo personal lo conviertes en un hábito. Ahí puedes empezar a identificar dónde necesitas poner límites y entender cómo hacerlos cumplir de forma coherente.
Mientras aprendes a reservar cada vez más tiempo para ti a lo largo del día, la terapeuta Lauren Cook-McKay recomienda incorporar estos sencillos hábitos para mantenerte en el camino hacia un estilo de vida “slow” más lento: