A lo largo de la historia numerosos estudios han demostrado los beneficios de estas bebidas. Y todo es gracias a los llamados polifenoles.
Las bebidas fermentadas como el vino, la cerveza y el pulque, consumidas con moderación (una copa o vaso al día) alcalinizan el cuerpo, lo que propicia una buena digestión y pueden ayudar a evitar enfermedades degenerativas, informa el Dr. Jorge Reskala, médico naturópata experto en nutrición celular y fundador del orden alimenticio Biaani.
Al otro lado de la moneda, precisa, están las bebidas destiladas como el tequila, el ron, el coñac y la ginebra, las cuales tienen un efecto ácido poco o nada saludable.
Cuando nuestro cuerpo tiende a tener un ph ácido —explica Reskala—, se favorece una gran cantidad de enfermedades, mismas que pueden evitarse con un ph alcalino.
La dieta del hombre moderno es alta en azúcares, harinas y lácteos, es decir, en comida que al ser metabolizada provoca un ph ácido corporal, lo que es la causa real y de fondo del 90 por ciento de las enfermedades digestivas y crónico-degenerativas.
Una dieta alcalina y el consumo de bebidas fermentadas podrían revertir este proceso. Mantener el cuerpo con un ph ligeramente alcalino (similar al de la sangre que tiene un ph de 7.45) es la clave de una buena salud.
A lo largo de la historia numerosos estudios han demostrado los beneficios del vino (especialmente del tinto) y de la cerveza. Estos beneficios provienen de los llamados polifenoles, sustancias químicas que se encuentran en ambas bebidas y que limpian los residuos dañinos del cuerpo a la vez que reducen inflamaciones.
Este líquido tiene un alto valor nutrimental, pues está repleto de minerales, aminoácidos, enzimas y vitaminas, además de su potencial probiótico.
Tomado con moderación funciona como un complemento alimenticio por su contenido de proteínas y vitaminas C y del complejo B.
Beberlo regularmente (tres veces al día) implica un aporte de 2.2 a 12.4 por ciento de calorías y de 0.6 a 3.2 por ciento de proteínas requeridas en la dieta diaria, señala información de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM.
Las bebidas como el pulque tienen un gran contenido de aminoácidos, enzimas, minerales y vitaminas C y complejo E. No por algo se dice que solamente le falta 1 grado para ser carne.
El pulque ayuda en distintas afecciones:
En esta bebida —que además es diurética— se han encontrado microorganismos que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas intestinales, lo que ayuda a evitar infecciones estomacales.
Si estás en la etapa de lactancia, se dice que el pulque te ayudará a producir mejor y más leche. Las mujeres mazahuas del Estado de México acostumbran a hacerlo.
Desde hace largo tiempo los antiguos indígenas mezclaban ciertos medicamentos con pulque, mezcla o brebaje que los enfermos bebían gracias a sus nutrientes y propiedades curativas.
El pulque contiene una enzima que ayuda a deshacer las sales biliares, la cual se sigue estudiando y cabe la posibilidad de que ayude a reducir el colesterol LDL.
Para reforzar las defensas de los niños en el valle del Mezquital, Hidalgo, las madres acostumbran a que tomen una pequeña probada de esta bebida antes de cada biberón.
Estudios han demostrado que tomar pulque es efectivo para el tratamiento de úlceras gastroduodenales y esofagitis, pues repara la mucosa y la flora gastrointestinal gracias a los lactobacilos que contiene.
Además, se ha comprobado científicamente que el consumo de pulque aumenta el colesterol denominado bueno (HDL), provocando en consecuencia un menor riesgo de cardiopatías isquémicas.
Aparentemente el vino tinto tiene algunos beneficios para la salud del corazón. Sin embargo, es posible que no sea mejor que la cerveza, el vino blanco o el licor para la salud cardiaca, pues aún no hay evidencia concluyente de que el vino tinto sea mejor que otras formas de alcohol.
Los antioxidantes que contiene el vino tinto, llamados polifenoles’ pueden ayudar a proteger el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón. Un polifenol denominado resveratrol es una sustancia presente en el vino tinto que ha llamado la atención.
El resveratrol es un ingrediente fundamental del vino tinto que puede ayudar a prevenir la lesión de los vasos sanguíneos, a reducir el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, el colesterol malo) y a prevenir los coágulos sanguíneos.
Algunas investigaciones revelan que el resveratrol podría estar asociado con un menor riesgo de inflamación y de formación de coágulos sanguíneos, relacionados con la enfermedad del corazón.
Pero otros estudios no hallaron beneficios del resveratrol en la prevención de la enfermedad cardíaca, según información de la Clínica Mayo.
Se necesita más investigación para determinar si el resveratrol disminuye el riesgo de inflamación y de formación de coágulos sanguíneos.
La cerveza es fuente de ácido fólico y de vitamina B12 y B6, así como de antioxidantes por lo que evita el envejecimiento del organismo, así que su consumo es muy recomendado durante la menopausia.
Además, aporta fibra y fitoestrógenos naturales, lo que puede prevenir patologías derivadas del descenso de estrógenos propio de la menopausia.
De hecho, estudios científicos concluyen que el consumo de fitoestrógenos naturales en la dieta puede llegar a retrasar la menopausia alrededor de dos años.
Por si fuera poco, la cerveza contiene flavonas que tienen un efecto estrogénico, pues inhiben la pérdida de masa ósea y estimulan la secreción de calcitonina que inhibe a su vez la resorción ósea, es decir, evitan la osteoporosis.
Además, se ha comprobado científicamente que el consumo moderado de vino, cerveza y pulque aumenta el colesterol denominado bueno (HDL) así que hay menor riesgo de cardiopatías isquémicas. También ayudan a controlar la presión arterial, así como a tener una digestión sana.
“Decir salud con un buen vino, una cerveza fría o un pulque, además de delicioso es una sana costumbre” finaliza el Dr. Reskala, Doctorado Honoris Causa por su impulso a las medicinas alternativas y complementarias de parte del Senado de la República.
