10 “desechables” que debes dejar de comprar ¡ya!
Al preferir el uso de versiones reutilizables de bolsas, botellas, toallas, vasos y demás, ahorrarás dinero y ayudarás al medio ambiente.
Las bolsas de plástico son increíblemente convenientes porque es fácil meterlas en una lonchera o en un bolso. Pero después de usarlas una vez, se convierten en relleno sanitario.
Basta usar dos a la semana para tirar más de 100 al año, sin contar el dinero que gastas en ellas, comenta Lisa Beres, bióloga de la construcción experta en hogares saludables y escritora.
Enviar a los niños a la escuela con este tipo de bolsas todos los días multiplica las cifras. Mejor prueba las bolsas reutilizables, que son tan livianas y compactas como las desechables, pero más duraderas.
Tan sólo en Estados Unidos se utilizan aproximadamente 500 millones de popotes al día. ¡Eso es mucho plástico que termina en la basura!
Si te gusta disfrutar tus bebidas con popote, prefiere los que están hechos de cristal, papel o bambú, dice Jonathan Zaidman, miembro de la organización no lucrativa The Ecology Center.
Eso sí, aunque uses popotes reutilizables en casa, no podrás evitar que cada vez que ordenes una bebida en un restaurante ésta incluya uno. Tu mejor opción es pedirle al mesero que no te lo lleve.
“Toma tiempo acostumbrarse a solicitar esto; y a veces, a pesar de hacerlo, acabas con un popote”, señala Zaidman. “Sin embargo, creemos que el hecho de que el cliente dé el primer paso es una forma beneficiosa e impactante de hacer una diferencia”.
Aproximadamente 35 millones de botellas de plástico terminan cada año en los vertederos de Estados Unidos, y pueden tardar hasta 1,000 años en degradarse.
Más allá de las razones ecologistas para preferir el uso de botellas de agua reutilizables, hacerlo representa un menor gasto. Resulta seguro tomar agua de bebederos e incluso del grifo, si cuentas con un sistema de filtración y purificación adecuado.
Invertirás para adquirir una buena marca, pero significará un ahorro, especialmente si gastas mucho en botellas desechables, comenta Beres. Hay marcas que duran mucho tiempo sin necesitar repuestos, y producen agua más limpia.
El agua filtrada tendrá un mejor sabor si la guardas en una botella reutilizable de calidad, dice Skirboll. “No sólo ahorrarás dinero, sino que protegerás el medio ambiente y mantendrás tus bebidas frías por horas”, añade. “¡Es una situación en la que todos ganan”.
Un paquete de 36 paños de microfibra cuesta un poco más que uno de 12 rollos de toallas de papel absorbente, pero los primeros duran más tiempo. Como los paños de microfibra se pueden lavar, no tendrás que remplazarlos después de cada uso. Además, no dejan pelusa, lo cual facilita la limpieza.
“Atraen el polvo y la mugre, a diferencia de las toallas de papel, con las que sólo sacudes”, explica Lisa Beres.
“Esto se debe a que poseen una carga positiva que levanta la suciedad, que tiene una carga negativa”. Si no puedes dejar el hábito, prueba hacer un rollo de servilletas de tela que quepa en el dispensador de papel absorbente.
“Una forma fácil de combatir el desperdicio es sustituir aunque sea un artículo desechable en la cocina”, dice Sara Skirboll, experta del sitio web RetailMeNot.
Una máquina industrial para café puede usar filtros reutilizables en vez de los de papel; incluso una cafetera doméstica no requiere un filtro nuevo en cada uso. Trata de emplear filtros reutilizables en casa, sugiere Skirboll.
La próxima vez que compres un café, lleva tu propio termo o taza. Hay cafeterías en las que éstos se venden a precios justos, y puedes usarlos cuando regreses; otras te prestan una taza, si no pides la bebida para llevar.
En este caso deberás consumirla ahí mismo, pero “no tiene nada de malo quedarte unos cinco o diez minutos, dice Zaidman. “Puedes aprovechar para tomar un respiro y conocer gente nueva, o simplemente disfrutar el lugar”.
En lugar de comprar un paquete nuevo de baterías cada vez que el control remoto deja de funcionar, usa pilas recargables.
Es cierto que cuatro de ellas cuestan lo mismo que 24 pilas alcalinas desechables, pero obtendrás cerca de 1,000 recargas de cada una, lo cual representa el equivalente a 4,000 baterías convencionales en cada paquete.
Estarías pagando una cantidad muy baja por cada carga. “Este tipo de baterías son las mejores”, señala Beres. “He usado un paquete durante años, y sigo recargándolas”.
Comer fuera no sólo cuesta el doble que hacerlo en casa, sino que, además, los contenedores desechables dañan el medio ambiente.
Si comes en casa, es más fácil controlar los ingredientes para nutrirte de manera saludable. También es posible reducir la cantidad de basura al lavar los platos y utensilios que usas.
Beres sugiere cocinar alimentos el fin de semana, en caso de que estés muy ocupado para hacerlo el resto de los días. Puedes preparar varias raciones y usarlas conforme las necesites.
Cuando pienses acudir a un restaurante de comida rápida, lleva tus propios cubiertos y platos reutilizables, sugiere Zaidman. Algunos establecimientos incluso ofrecen descuentos a la gente que lleva sus propios contenedores, añade.
Usar platos de papel una vez y luego tirarlos, crea basura innecesaria. Si has estado usando platos desechables porque no te alcanza para comprar una vajilla nueva, visita una tienda de segunda mano, aconseja Zaidman.
Podrás equipar tu cocina con poco dinero, y no tendrás que comprar más paquetes de platos desechables.
Hay otras opciones para simplificar las fiestas que organices: rentar platos, vasos y cubiertos a una empresa es más barato de lo que crees, señala Zaidman.
O, si quieres una forma más barata de reducir los desechos de las reuniones (¡y algo más fácil de limpiar!), pídeles a tus invitados que lleven sus propios platos y vasos. “Al terminar no tendrás que recoger, limpiar ni ordenar nada”, afirma el experto.
Si vives en un lugar donde se cobra un impuesto por las bolsas de plástico, probablemente ya estás acostumbrado a llevar tus propias bolsas de tela reutilizables cuando vas de compras. Pero puedes evitar usar bolsas de plástico en otros sitios.
Por ejemplo, cuando acudas a una tienda de abarrotes o al mercado, guarda alimentos como manzanas y jitomates en bolsas reutilizables, sugiere Zaidman.
“También puedes llevar un bolso de mano o una mochila que sea de tu agrado a las tiendas minoristas”, añade. “Hay una gran cantidad de alternativas distintas”.
¿Evitas el uso de alguno de estos desechables? ¿Qué otras cosas haces para no consumirlos?