Trucos geniales para que puedas realizar las tareas de la casa, efectuar reparaciones y quitar manchas en un santiamén, usando cosas que ya tienes.
¿No tienes una fibra? Haz bola una hoja de papel de aluminio y frota con ella las ollas de acero inoxidable (ojo: el aluminio puede dañar las ollas con capa antiadherente).
La espuma de jabón puede tapar los tubos del lavavajillas y hacer que no drenen correctamente e incluso dañarlos.
Antes de llamar un plomero, vierte el polvo de un sobre de Kool-Aid en el contenedor de detergente y activa el ciclo regular de lavado con la máquina vacía (el polvo puede ser de cualquier color, pero si el aparato es blanco y temes mancharlo de rojo, usa un tono más claro). El ácido cítrico del Kool-Aid eliminará los residuos de jabón.
Llena con agua el depósito de la cafetera y añade cuatro tabletas de Alka-Seltzer. Una vez que se disuelvan, activa el ciclo normal de filtrado para lavar los tubos del aparato. Enjuaga el depósito dos o tres veces, y luego activa otro ciclo de filtrado con agua corriente. El bicarbonato de sodio y el ácido cítrico de las tabletas efervescentes son un eficaz limpiador casero.
Los productos de limpieza comunes no disuelven la dura capa de residuos de jabón que se acumulan en las puertas de la ducha. Rocía el vidrio o plástico con aceite en aerosol y déjalo actuar 30 minutos.
El aceite se infiltrará entre esa superficie y la espuma de jabón, haciéndola fácil de lavar. Límpiala con agua y jabón (usa una esponja humedecida con unas gotas de detergente líquido).
¿El perro dejó pelos sueltos en el sofá? Humedece ligeramente una esponja y frota con ella la tela. Así será fácil levantar el pelo de todos los muebles.
Para limpiar el horno casi sin hacer esfuerzo, llena un tazón con amoniaco y déjalo toda la noche dentro del horno (sin encenderlo, claro); retira el recipiente por la mañana. Los vapores del amoniaco habrán aflojado la suciedad, así que podrás quitarla con una esponja o una toalla de papel húmeda.
Vierte gotas de jugo de limón en las manchas y espera entre 5 y 10 minutos antes de lavar la prenda en el ciclo regular. El ácido cítrico del jugo es un quitamanchas natural que elimina la tinta en la ropa.
La lavadora puede deshilachar tus suéteres finos y deformar tu ropa interior. Para evitarlo, mete las prendas en fundas de almohada, ata las fundas con ligas de hule, ponlas dentro de la lavadora y echa a andar la máquina en el ciclo de ropa delicada.
Las enzimas del azúcar ayudan a descomponer la clorofila, la sustancia causante de esas manchas verdes. Mezcla ¼ de taza de azúcar con agua tibia suficiente para hacer una pasta, y luego aplica ésta sobre la mancha.
Déjala reposar 30 minutos antes de lavar la prenda.
Para limpiar piel fina (como la que se usa en cinturones, zapatos y carteras), moja en leche un paño de algodón suave y con él frota el cuero haciendo movimientos circulares.
Las enzimas y la grasa de la leche ablandarán y pulirán la piel. Al final frota con un paño limpio y seco para eliminar los residuos de leche.
Pon una o dos gotas de manteca en la mancha y frota; luego lava la prenda como de costumbre. El aceite disolverá los residuos de lápiz labial.
Para hacer que la barra dure más tiempo, déjala sobre una esponja junto al lavabo o a un lado de la ducha. La esponja ayudará a que se seque más rápidamente y evitará que se ablande.
El gel y el acondicionador tienden a adherirse al rizador y a restarle eficiencia. Aplica una capa ligera de limpiador en aerosol sobre la superficie del rizador (desconectado) y déjalo actuar una hora; luego limpia el rizador con un trapo húmedo y sécalo con un paño. Funcionará como nuevo.
Cuando tu pequeño Picasso llegue a casa con una obra maestra, presérvala rociándole un poco de fijador. Esto sirve sobre todo con gis (tiza) y otros materiales que sueltan polvo.
Aplica una capa delgada de vaselina sobre el objeto o superficie (maquinaria expuesta al aire libre, tuercas, tornillos, molduras de bicicleta, etc.). La vaselina protegerá el metal de la humedad y el aire, que favorecen la oxidación.
La leche de magnesia es un laxante que suele usarse como desodorante en regiones calurosas y húmedas. Tiene propiedades que evitan la multiplicación de las bacterias que causan el mal olor del sudor.
El jugo de limón también desodoriza, ya que hace las axilas un ambiente demasiado ácido para las bacterias. Aplica la leche o el jugo con una torunda de algodón.
El champú ordinario es un buen sustituto. Pero limítate a usarlo en el fregadero; llenar el lavavajillas con champú podría formar una montaña de espuma.
Para quitar manchas, pintura o pegamento de una mesa, prueba este truco: rocía una cucharada de espuma para afeitar en la superficie, extiéndela con una esponja seca y déjala actuar durante un lapso de entre 5 y 15 minutos; luego, limpia la parte tratada con una esponja húmeda. La espuma para afeitar (que en esencia es jabón condensado) dejará la mesa totalmente limpia.
Espolvorea un poco de harina en tu cabello y frota éste vigorosamente con las manos mientras te duchas. La harina absorberá el exceso de grasa y dejará tu pelo con un aspecto limpio.
Si necesitas lavarte las manos durante un viaje pero no hay un baño cerca, usa enjuague bucal. Ponte unas gotas en las manos y frótate éstas como si se tratara de gel.
El alto contenido de alcohol del enjuague eliminará las bacterias y le dará a tu piel un fresco olor a menta.
Las pantallas de televisión y de computadora están cargadas eléctricamente y atraen el polvo. Como las toallas para secadora están diseñadas para reducir la electricidad estática, eliminarán el polvo y evitarán que vuelva a acumularse por varios días. Limpia las pantallas con las toallas después de sacarlas de la secadora, justo cuando tienen una textura más suave.
Cuando viajes con tu mascota, lleva contigo un envase vacío y limpio de mantequilla untable en vez del plato en el que le das de beber.
El envase es ligero, puedes servir en él comida o agua, y cerrarlo herméticamente. También puedes llevar en él galletas u otros alimentos desmoronadizos.
Usa las tapas de plástico rígido de las latas de café para evitar escurrimientos en la alacena. Ponlas debajo de frascos y recipientes que pudieran gotear (como los de miel y aderezo para ensaladas) para evitar que los estantes se llenen de sustancias pegajosas.
Para mantener los cables guardados sin que se enreden lo mejor es doblarlos, meterlos en tubos vacíos de papel higiénico y acomodarlos en una caja.
Los tubos también sirven para evitar que se enreden los cables detrás del escritorio.
“El bicarbonato de sodio es una base o álcali débil que hace que la suciedad y la grasa se disuelvan fácilmente en el agua, y también desodoriza”, dice Steve Spangler, autor de libros y fundador de Steve Spangler Science, una empresa de educación científica.
Si encuentras cucarachas u otros bichos rastreros en tu cocina, haz una mezcla a partes iguales de bicarbonato de sodio y azúcar; luego, espolvorea la mezcla en los rincones de la habitación.
Los insectos serán atraídos por el olor de la mezcla dulce y la comerán, pero morirán al no poder digerir el bicarbonato.
Si tus tazas de porcelana tienen manchas de café o té, pon bicarbonato de sodio en un paño húmedo; se formará una pasta dura. Frota suavemente con ella las manchas para eliminarlas. Enjuaga y seca las tazas.
Añade dos cucharadas de bicarbonato de sodio a la cantidad habitual de líquido lavatrastes que uses. Esto dará más potencia al detergente y limpiará fácilmente los trastes grasientos.
Para devolverle el brillo a una sección sucia del papel, límpiala con una esponja humedecida en una solución de un litro de agua y una cucharada de bicarbonato de sodio.
Para quitar manchas de grasa, haz una pasta con una cucharada de bicarbonato y una cucharadita de agua y frota con ella las manchas; deja actuar la pasta de 5 a 10 minutos, y luego límpiala con una esponja húmeda.
Siempre haz primero una prueba en una zona poco visible de la pared.
Los ingredientes del producto multiusos WD-40 son secretos, pero el equipo de investigación y desarrollo de la empresa que lo fabrica asegura que contiene alcoholes minerales (disolventes), por lo que puede remover pintura y pegamento. El WD-40 también forma una película lubricante, de modo que es muy útil para despegar calcomanías que se niegan a desprenderse.
Para aflojar pegamento seco adherido a unas tijeras o una mesa, aplica WD-40. Éste puede disolver los componentes adhesivos hasta del pegamento más fuerte.
Los mangos de madera de algunas herramientas se astillan con el paso del tiempo. Para proteger tus herramientas, rocía una cantidad generosa de WD-40 en la madera.
Esto eliminará la humedad superficial y creará una barrera contra los elementos corrosivos del medio ambiente que causan el astillamiento.
¿Tus hijos volvieron a dibujar en la pared? Rocía las marcas con WD-40, espera un minuto y límpialas con un trapo limpio. El producto no dañará la pintura ni la mayoría de los papeles tapiz (recuerda probar antes en una parte pequeña y oculta).
“Vinagre es el nombre común del ácido acético, que es lo bastante fuerte para matar bacterias, y a la vez lo bastante seguro para ser consumido y tocado”, señala Steve Spangler.
Mezcla una parte de vinagre con cuatro partes de agua. Moja las manchas con la mezcla y espera un minuto. Lava la prenda en el ciclo regular de la lavadora.
¿Pegaste calcomanías en los parachoques de tu auto y ya no las quieres allí? Empapa una toalla de papel en vinagre y ponla encima de cada calcomanía entre 5 y 10 minutos. El vinagre aflojará el pegamento poco a poco.
Como el vinagre es un antiséptico potente, meter los pies dos veces al día durante 10 minutos en una mezcla de una parte de vinagre y cuatro partes de agua puede ayudar a aliviar esta infección por hongos.
¿Acabas de cocinar pescado? ¿Pintaste la sala, el comedor o un dormitorio? Vierte vinagre en un vaso o en un tazón y déjalo unos 30 minutos en la habitación que huele mal.
