Descubre cómo hace tu cuerpo para regenerar varias de sus partes. Un ejemplo es el hígado, es el órgano que mejor se regenera. Conoce más.
El hígado es el órgano que mejor se regenera de nuestro cuerpo. En lugar de dejar cicatrices sobre el tejido dañado como la mayoría de los órganos, el hígado puede reemplazar esas células viejas por otras nuevas para sanar. El proceso también es rápido. Incluso después de que se extrae el 70 por ciento del hígado, puede regenerarse en dos semanas.
Conoce cómo obtuvieron sus nombres estas partes del cuerpo.
Todos los días, tus intestinos delgado y grueso hacen un trabajo pesado para digerir los alimentos. El epitelio de los intestinos actúa como una barrera, filtrando las toxinas mientras absorbe los nutrientes. Sin él, los gérmenes podrían ingresar al intestino y enfermarte.
Para mantenerse fuerte, el cuerpo se deshace de las células epiteliales viejas y las reemplaza por otras nuevas. La tasa de rotación es rápida; se regenera por completo cada cinco o siete días. Estas son algunas partes del cuerpo que ya no necesitamos.
El yeso alrededor de un hueso roto no ayuda directamente a la reconstrucción del hueso, pero mantiene todo en su lugar para que pueda sanar correctamente. A las pocas horas de la lesión, tu cuerpo ya está comenzando a reparar un hueso roto formando un coágulo de sangre para limpiar la herida.
Después de una semana o dos, tu cuerpo reemplazará ese coágulo con un callo suave hecho de colágeno. Hasta tres semanas después, el cuerpo agrega minerales al callo para endurecerlo y convertirlo en hueso nuevo. Una vez que el hueso está completamente formado, pasa de tres a nueve años recuperando su forma original.
La piel no solo se reemplaza a sí misma cuando se cura un rasguño; está constantemente en el trabajo refrescándose. La piel está formada por capas y las 18 a 23 capas superiores de células son en realidad células muertas. Alrededor de 30,000 a 40,000 de esas células se eliminan todos los días, mientras que otras nuevas crecen en la parte inferior de la capa externa de la piel.
Dentro de un mes, todas las células que puedes ver serán exfoliadas y otras nuevas habrán ocupado su lugar. Los tatuajes y las cicatrices no se desvanecen con ese desprendimiento diario porque están en una capa más profunda de la piel, que no experimenta el mismo movimiento.
La córnea, la capa externa del ojo, se actualiza constantemente. Solo se necesitan de una semana a diez días para que un epitelio sano, la capa superficial de la córnea, se reemplace, derramando las células viejas en forma de lágrimas.
Cuando rasca el epitelio, ese proceso se acelera aún más. El ojo elimina las células dañadas, mientras que las células de otras áreas cubren la herida. Nuevas células llenan el rasguño y curan la herida sin dejar cicatriz en uno a tres días.
Los diminutos pelos en los pulmones llamados cilios normalmente barren la mucosidad y otras sustancias fuera del órgano. Pero cuando inhalas el humo del cigarrillo, esos pelos no se pueden mover, lo que hace que se acumule la mucosidad. Mientras tanto, los irritantes del humo provocan inflamación e hinchazón.
Dejar de fumar no podrá deshacer un daño mayor, pero tus pulmones pueden recuperar algunos de los problemas más superficiales. Una semana después de tu última bocanada, la suciedad que se acumula en tus pulmones comenzará a aflojarse y los exfumadores comenzarán a toser.
Además, a medida que disminuye la inflamación de los pulmones, será más fácil respirar y los exfumadores deberían sentir menos dificultad para respirar en dos semanas. El riesgo de ataque cardíaco disminuye dentro de las 24 horas posteriores a dejar los cigarros porque la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen.
En el pasado, los neurólogos pensaban que el cerebro dejaba de crecer después de la niñez; una vez que alcanzaba su punto máximo, nunca podría desarrollar más células cerebrales. Hace solo 20 años, los investigadores anunciaron que el cerebro puede, de hecho, crear nuevas células, lo que está cambiando la forma en que los científicos piensan sobre nuestras mentes.
Los investigadores están aprendiendo más sobre la “neuroplasticidad”, que permite al cerebro reconectar las vías entre las neuronas, creando nuevos circuitos. Por ejemplo, si te lesionas un área que se ocupa del lenguaje, otra parte del cerebro puede hacerse cargo para que un paciente con daño cerebral pueda recuperar algo de capacidad para hablar, especialmente con la ayuda de rehabilitación.
Tomado de thehealthy.com 7 Surprising Ways Your Body Can Heal Itself
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