7 poderosas razones para dar abrazos
Los abrazos son una forma simple pero poderosa de expresar amor, apoyo y conexión. Tienen muchos beneficios para la salud física y mental, tanto para el que los da como para el que los...
¿Cuándo fue la última vez que te abrazaron? ¿Fue hace un minuto, una hora, un día, una semana? ¿O tal vez hace mucho tiempo? Pueden parecer preguntas tontas, o quizás eres de lo que el contacto físico no les agrada tanto, sin embargo, un abrazo de personas cercanas seguro te han reconfortado. Dar un abrazo es de las mejores cosas que puedes hacer por alguien, los abrazos son incluso una forma de terapia. No hay mejor forma de expresas afecto, gratitud, preocupación o alegría que con un largo abrazo.
Además, dar y recibir abrazos no sólo reconforta nuestra alma sino que tiene múltiples beneficios para la salud.
El contacto físico afectuoso es sin duda la más humana y efectiva de nuestras medicinas. Te enlistamos los siete principales beneficios físicos de abrazar frecuentemente:
Los abrazos pueden hacer que una personas con los nervios alterados se calme lentamente, el ser tocados con cariño envía una señal a nuestro sistema parasimpático que inhibe la producción de cortisol, la hormona que ocasiona el estrés. Recibir un abrazo es la mejor forma de relajarnos.
Se ha demostrado que el abrazo ayuda a conciliar un sueño reparador, sobre todo cuando te acurrucas con un ser querido. Los abrazos tienen la ventaja añadida de regular el sueño reduciendo los niveles de cortisol y aumentando la producción de melatonina.
Ambas hormonas son clave para regular el ritmo circadiano y es que conforme se va a cercando la noche y la hora de dormir, el cortisol, también llamada la “hormona del estrés”, baja, mientras que la producción de melatonina, que nos ayuda a dormir, tiende a subir.
Rodear a una persona con los brazos y apretarla contra nosotros hace que nuestra columna se abra y la tensión en los hombros y espalda disminuya. ¿Adolorido de una larga jornada laboral? Una sesión de abrazos puede hacer maravillas por tu postura.
Cuando abrazamos, nuestro cuerpo empieza a producir y liberar oxitocina y serotonina, que aportan una sensación inmediata de bienestar y placer. Tanto si te sientes triste como enfadado, un abrazo prolongado puede transformarte mágicamente en un individuo mucho más feliz en sólo unos minutos.
El contacto físico con otra piel activa en nuestro organismo la producción de glóbulos blancos que son las células encargadas de combatir organismos patógenos y protegernos de enfermedades.
La oxitocina que liberamos durante los abrazos ayuda a regular nuestra presión arterial por lo que dar o recibir abrazos frecuentemente puede disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los abrazos son una forma importante de conectarse con los demás. Cuando te abrazas con alguien, envías un mensaje de amor, apoyo y aceptación. Los abrazos pueden ayudar a fortalecer las relaciones, reducir la soledad y promover un sentido de comunidad.
Así que la próxima vez que veas a un amigo o familiar, dale un abrazo. ¡Es una forma simple pero poderosa de mostrarles que te importa!